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Colomer y Guinovart en la Mercè (★★★✩✩)

Crítica de música clásica

La OBC y la Simfònica del Vallès abren el curso en Nou Barris y el Palau de la Música

Edmon Colomer dirigiendo a la OBC durante el concierto 

MAY ZIRCUS

OBC, Edmon Colomer, director

Plaça de Nou Barris (21/IX/2024)

Orquestra del Vallès, Xavier Puig, director

Palau de la Música Catalana (22/IX/2024)

Dos conciertos sinfónicos con ingredientes inusuales y protagonistas locales; mucho público en este comienzo de temporada.

La presencia de la OBC llenó la Plaza Mayor de Nou Barris –y es grande-, un éxito de público que congregó una amplia gama de edades, a pesar de la amenaza de lluvia, disfrutando con un programa variado: la sardana 'Sol ixent' de Toldrà, pieza de mucha sensibilidad del maestro, o 'Ma mère l’oye' de Ravel que dejó ver la calidad de los solistas de la OBC y, finalmente, la 'Sinfonía nº 5' de Beethoven en cuidadas versiones que dejaron ver el trabajo siempre certero y a fondo del director Edmon Colomer. ¿Por qué quienes han asumido una cierta herencia de Eduard Toldrà (1895-1962) en la dirección orquestal –una generación de directores que eran una referencia hace 15 años- escasamente transitan por el podio de nuestras orquestas?….

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Las dimensiones de la plaza exigieron una amplificación difícil de resolver, aunque el carácter de las obras llegó a los espectadores que agradecieron con prolongados aplausos.

Si bien no es fácil porque las infraestructuras disponibles a veces no responden, la OBC (lo ha hecho este verano), o sus grupos de cámara deberían acercarse en busca de sus públicos, en particular en Barcelona, y tener presencia en los auditorios existentes en territorio catalán.

Al día siguiente en el Palau la Orquestra del Vallès abrió su temporada, con un concierto dirigido por su titular Xavier Puig y que tuvo dos protagonistas. Por un lado la gran estrella del concierto, Albert Guinovart al piano interpretando el 'Concierto nº 2' de Rachmaninov, en una versión que aclamó el público, bien acompañado especialmente en el segundo movimiento, sensible la cuerda (violas) y maderas. Grata sorpresa ver en el atril de concertino a Gerard Claret. Albert Guinovart disfruta merecidamente en estos días en Barcelona por sus reconocidas aportaciones al teatro musical, y en esta ocasión luciendo su maestría al piano.

El concierto comenzó con 'Mediterrani' de Juli Garreta, obra de gran densidad orquestal con momentos sensibles que contó con el buen hacer de los solistas de violines, violas y maderas y se cerró con una versión opulenta de 'Cuadros de una exposición' de Mussorgski (orquestación nada menos que de Ravel), con el agregado de una parte visual original y creativa a cargo del artista Borja González que dibujaba con movimientos musicales escenas en estilo cómic según la temática de la obra, con una suave arenilla negra sobre una pantalla proyectada al escenario, muy en consonancia con el carácter de la música.