Robin Green, la chica de ‘Rolling Stone’ que ocultó su affaire con Robert F. Kennedy Jr.

Una vida de ficción

La guionista de series de éxito como ‘Los Soprano’ y ‘Doctor en Alaska’ expone su fascinante vida, desde que comenzó como reportera de la revista ‘Roling Stone’ hasta sus 25 años en televisión

La escritora Robin Green durante una entrevista en Sevilla

La escritora Robin Green durante una entrevista en Sevilla 

EFE

Comenzar trabajando como secretaria de Stan Lee en Marvel Comics estaría considerado por los más supersticiosos como el mejor de los augurios. Que lo siguiente sea convertirse en la primera mujer colaboradora de la revista Rolling Stone para, años después, acabar firmando los guiones de series tan míticas como Doctor en Alaska o Los Soprano, confirmaría aquello de que “lo que bien empieza, bien acaba”.

Robin Green (Rhode Island, Estados Unidos, 1945) ha tenido una vida más que excitante tanto en el plano laboral como en el personal, aunque el éxito ha ido acompañado de baches, tal y como relata en La única chica. De redactora en Rolling Stone a guionista de Los Soprano (Liburuak), el libro a modo de memorias que ha presentado en Barcelona. “He revisitado mi pasado porque, en realidad, siempre ha estado conmigo, especialmente las partes duras. Nunca lo había puesto por escrito y sacarlo hacia afuera ha sido un alivio, una especie de cura”, explica a La Vanguardia.

A sus joviales 78 años, la autora no tiene complejos en hablar abiertamente de cómo se trabajaba en los 70, época en la que las drogas y al amor libre marcaron a toda una generación, ni de los episodios personales que aún hoy le persiguen con pesar. El suicidio de su mejor amiga Ronnie, siendo Green la última en verla con vida, o la “triste” mala relación con su madre, ya fallecida, son algunas de las pinceladas más íntimas que la estadounidense muestra al lector.

Una pluma afilada

El artículo que Green publicó sobre Dennis Hopper le hizo ganarse el apelativo de “zorra” dentro del sector

Pero La única chica es un libro en el que, a pesar de algunas anécdotas amargas, el público puede sumergirse perfectamente en unos años dorados y vivir los entresijos de una profesión cambiante como la de Green casi de forma subjetiva. Con lenguaje claro y sin disfrazar los hechos, por polémicos que puedan parecer en la actualidad. Y eso engancha. “Ser guapa era una de las condiciones para ser una ‘chica Rolling Stone’”, reza en sus páginas, aunque “esa no era una regla para mí. No tenía contacto con las chicas de la oficina, estaba en otra categoría. Me miraban con cierta suspicacia, puede que hubiese celos… Pero cuando más tarde nos hicimos amigas me dijeron que me admiraban y que querían ser como yo”. ¿Y quién no? Su primera historia en la revista fue un reportaje sobre su antiguo trabajo en Marvel del cual “Stan Lee nunca me dijo nada. Supongo que le gustó”.

Robert F. Kennedy Jr. estaba sufriendo mucho y, francamente, creo que sigue haciéndolo. Hay algo en él que está mal”

Robin Green

Pero lo que marcó de verdad su carrera fue el peliagudo artículo que publicó sobre Dennis Hopper, con fotografías de una principiante Annie Leibovitz, y que hoy en día sigue constando como una de las 10 publicaciones que sacudieron Hollywood. El Nuevo Periodismo al que Green representaba se basaba en describir su experiencia con los entrevistados y eso fue lo que hizo con el actor y director. Un relato demasiado honesto que no dejaba bien parado al artista y cuyo resultado le hizo ganarse el apelativo de “zorra” dentro del sector. Su afilada pluma dejó algunos cadáveres tras de sí, como el del mánager de David Cassidy, despedido después de un reportaje que ayudó a hundir su imagen pública. “No conocían mi estilo, no se informaban”, se defiende entre risas, admitiendo la laxitud de los equipos que rodeaban a las estrellas y que le dejaban libre acceso porque “era una época de mucha apertura. Nadie los protegía”. Ese tipo de cercanía es casi imposible en la actualidad. “Puedes agradecérmelo a mí, en parte”, comenta Green divertida.

El candidato presidencial Robert F. Kennedy, Jr. habla durante un evento de campaña en Independence Mall

El actual candidato presidencial de EE.UU. Robert F. Kennedy, Jr. 

Matt Rourke/AP

No obstante, lo que probablemente fue definitivo en su aventura periodística fue el reportaje que se negó a publicar sobre la familia Kennedy, lo cual le costó el puesto en la revista. ¿La razón? Se acostó con el entrevistado: Robert F. Kennedy Jr. “Simplemente quise experimentarlo. Era guapo y había algo exótico en él, además de aquella curiosidad por los hombres Kennedy (que eran unos mujeriegos). Fue mi oportunidad de llegar al fondo de la cuestión”, explica. También admite que es “algo que me avergüenza”. ¿Por qué no quiso escribir su texto? “Quería ser fiel a la verdad y esa es la razón por la que no lo hice. No quería decir lo que había hecho, que había pasado la noche con él”, argumenta y rememora que el joven Kennedy, quien actualmente se presenta a la presidencia de los Estados Unidos, “estaba sufriendo mucho y, francamente, creo que sigue haciéndolo. Hay algo en él que está mal”. Tras su noche de pasión en una cama de agua, nunca más se volvieron a ver.

Robin Green habla explícitamente de diversos episodios de su vida sexual, algunos de los cuales, en la actualidad, no solo escandalizarían, sino que podrían ser categorizados de abuso sexual, siendo ella la víctima. La protagonista niega en rotundo sentirse así, afirmando que “era proactiva y curiosa. Solo quería describir cómo era para una mujer descubrir la sexualidad”.

Después de seis temporadas

Green fue despedida por David Chase, creador de ‘Los Soprano’, quien la acusó de no entender la serie

Tras una etapa de vaivenes laborales, llegó su segunda vida profesional de la mano de la televisión, medio al que ha estado vinculada durante 25 años y con el que ha participado en proyectos tan destacados como Doctor en Alaska o Los Soprano, como guionista y productora. De la ficción protagonizada por el fallecido James Gandolfini, Green formó parte de su gestación, nacimiento y éxito hasta que su creador, David Chase, y llegados a la sexta temporada, la acusó de no entender la serie. Acto seguido la despidió. Eso después de varios tira y aflojas y del feo de arrebatarle de las manos el Emmy que acababan de ganar justo cuando estaban recogiéndolo en el escenario. 

Pero el plot twist que Green revela, y que no se incluye en el libro, es que 14 años después de ponerla de patitas en la calle, la llamó por teléfono. “No fue muy claro con lo que quería, pero creo que fue su manera de pedirme perdón. Me dijo ‘Solo quería que supieras que siempre creí que eras muy buena guionista’. No lo hizo por mí, lo hizo por él. Todo siempre gira en torno a él. Pero fue gratificante que me llamara, aunque no lo siento como una victoria”, confiesa y recalca que “estoy llena de gratitud hacia David”.

Lee también

La única chica nos lleva a recorrer la inusual y excitante vida de esta mujer que supo hacerse hueco en profesiones donde solo había hombres y que ha ganado tres premios Emmy y dos Globos de Oro. Tras salir de Los Soprano creó la serie Blue Bloods, protagonizada por Tom Selleck, y que ya va por su 14ª temporada, así que mal no le fue. ¿Ha tenido todo esto un coste en su vida personal? “Mi trabajo era lo más importante para mí y la razón por la que no he tenido hijos. En el momento en que mi profesión me hacía estar feliz y satisfecha, esa opción ya había pasado”, se sincera. 

Antes de terminar la charla, Green reflexiona sobre algunos episodios relacionados con seres queridos que ya no están y con quienes, tal vez, le quedaron cosas por decirse: “A mi madre le diría ‘sé quién eres y no estoy enfada contigo. Todo está bien”. “Ahora escribo sobre esas cosas, sobre aquello en lo que no fui tan honesta y cuando no llegué hasta el fondo. Lo que no sé es dónde me llevará y eso me resulta muy doloroso”, confiesa cuando le invade la emoción y llega el momento de apagar la grabadora. 

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