Nace un proyecto transfonterizo europeo para reducir la huella ecológica en el circo
Circo
Tendrá una vigencia de tres años y cuenta con un presupuesto de 1.780.000 euros
Representantes de los socios del proyecto europeo Eko-Pirineus Circ, que se ha presentado esta mañana en Salt.
Lograr que la huella ecológica de la creación, difusión y exhibición de circo contemporáneo sea la menor posible. Es uno de los principales objetivos del proyecto europeo transfronterizo Eko-Pirineus de Circ, que se ha presentado esta mañana en el Centre de Creació d'Arts Escèniques de Salt, uno de los catorce socios de esta iniciativa cultural.
El proyecto cuenta con un presupuesto de 1'7 millones de euros, de los cuales el 65% serán asumidos por fondos europeos y el resto, por las distintas administraciones que forman parte de esta iniciativa que arrancará en abril de este 2024 y se alargará hasta el 2027.
Catorce socios
Forman parte del proyecto catorce socios de Catalunya, Aragón, País Vasco, Occitania y Nueva Aquitania
Forman parte de este proyecto socios vinculados al circo de Catalunya, País Vasco, Aragón, Occitania y Nueva Aquitania así como el socio líder, La Grainerie, un espacio de circo y artes itinerantes con sede en Balma, cerca de Tolouse, reconocido como un centro de producción europeo.
El proyecto busca que todas los socios vinculados a él, entre los que hay La Central del Circ, la Xarxa Transversal, la Associació Professional del Circ de Catalunya (APCC), el Centre de Creació d'Arts Escèniques de Salt (Canal), entre muchos otros, puedan trabajar conjuntamente para adaptarse a los retos ecológicos.
Para reducir el impacto ecológico
Reducir viajes innecesarios y alargar la estancia de una compañía en el territorio
Laura Cuenca, de la Xarxa Transversal, entidad que aglutina a diez ciudades medianas de Catalunya que colaboran en el ámbito de la cultura, subraya que la ecología "es un eje vertebrador del proyecto". "Queremos dar los primeros pasos para una revolución ecológica", agrega.
En este sentido, los programadores intentarán exprimir al máximo a las compañías para que más allá de su actuación en una ciudad, puedan permanecer más tiempo en aquel territorio, ya sea a través de talleres, actividades, formación o trabajo social.
El artista residente en el Canal, Manel Rosés.
"El objetivo es que la ciudadanía pueda aprovechar más la estancia de la compañía, entre otras cosas, para reducir el impacto del carbono. Una cosa es hacer un viaje por día y bolo, cosa que crea una gran impacto ecológico, y otra que la compañía pueda estar más tiempo en ese territorio", explica Cuenca.
También se intentará que las compañías puedan programar espectáculos en municipios próximos entre ellos en fechas parecidas con el fin de reducir kilometrajes innecesarios. Para ello, los festivales trabajarán de forma solidaria.
Un grupo de expertos y consultores asesorarán a los artistas para crear espectáculos más sostenibles y elaborarán una guía de buenas prácticas. El proyecto también persigue una movilidad del público y una organización más sostenibles, mejoras en los edificios que albergan las funciones circenses, por ejemplo el uso de leds que reducen el consumo eléctrico, y reducir el consumo de carne.
El alcalde de Salt, Jordi Viñas, ha destacado la adhesión del Canal a esta iniciativa que permite al Centre d'Arts Escèniques de Salt "coger más músculo". Viñas ha destacado también el papel como "ascensor social" que la cultura, junto con la educación, ejercen en la sociedad.