Un momento de la lectura en el Museo Reina Sofía de las reivindicaciones del sector del arte contemporaneo
"Es urgente plantear el desánimo tan grande, el disgusto y la preocupación que vivimos desde el mundo del arte contemporáneo en este momento. Hay falta de política, de apoyo, de planificación. Hay ceses, reducciones de presupuesto, y nombramientos a dedo. Cierre de instituciones. Y un sinfín de situaciones que ningunean y olvidan la importancia de todo el trabajo que llevamos haciendo desde el arte contemporáneo para después casi desaparecer".
La destitución de Juan Antonio Álvarez Reyes en el CAAC de Sevilla y de José Luis Pérez Pont por Vox en Valencia han desatado la alarma
El que habla, desde el Auditorio Sabatini del Museo Reina Sofía, es Isidro López Aparicio, de la Unión de Artistas Contemporáneos, una de las entidades que forman la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo y que hoy han lanzado un decálogo de medidas ante la situación actual, que ha empeorado tras la inesperada destitución de Juan Antonio Álvarez Reyes como responsable del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla y el nombramiento sin concurso de su sucesora, y la destitución por Vox de José Luis Pérez Pont, gerente del Consorcio de Museos de Valencia.
Junto a López Aparicio están en el auditorio Yolanda Romero, conservadora de la colección de arte del Banco de España y miembro de la Asociación de Directores y Directoras de Museos y Centros Arte Contemporáneo, y María José Magaña, de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales. También Idoia Fernández, del Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, Adrián Piera, presidente del Instituto de Arte Contemporáneo y Ana Velasco, de la Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de la Gestión Cultural, "transmitiendo la voz de miles de personas a las que representamos".
El documento señala "el ninguneo y las malas prácticas hacia el sector profesional cultural"
Y lo que reclaman los miembros de la Mesa Sectorial, que se constituyó en 2015 para dar voz al arte contemporáneo, es "una gestión honesta y profesional en la organización de la cultura, y específicamente en las artes visuales, desde los diferentes gobiernos locales, autonómicos y nacionales, dado el descalabro y las acciones erráticas que están acompañando las actuaciones de determinados gobernantes en este último año".
Aunque subrayan que la cultura es "una cuestión de Estado -3,5% del PIB, 700.000 puestos de trabajo y factor decisivo para el desarrollo de la sociedad- que requiere un Pacto por la Cultura, seguimos observando comportamientos muy graves". "Ante la situación actual de ninguneo y malas prácticas hacia el sector profesional cultural", señala el preámbulo del decálogo que han hecho público, la Mesa Sectorial "manifiesta su absoluta preocupación por el proceso de degradación del contexto político y social al que estamos asistiendo en los últimos tiempos y que hablan de un fuerte retroceso democrático y profesional resultando una mayor precarización e instrumentalización del sector y que refleja una actitud perversa y de menosprecio hacia los espacios de creación y exhibición de las artes visuales".
El decálogo insiste en "la obligatoriedad de elegir las direcciones de museos y centros de arte mediante concurso público"
Los diez puntos que consideran fundamentales son, para empezar, la defensa de la libertad de expresión "ante los numerosos ejemplos de censuras a las que se está viendo sometido el mundo del arte y la cultura en general", censura que "no sólo se genera de forma directa sino también a través del desvío de ayudas y presupuestos". En segundo lugar, "la obligatoriedad de elegir las direcciones de museos y centros de arte mediante concurso público, mediante un comité de selección paritario compuesto por profesionales del sector, y la presentación de un proyecto, según el Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte, "una práctica que se había extendido a lo largo de los años de manera absolutamente natural, pero observamos con asombro a responsables políticos que nombran a dedo las direcciones, una injerencia política totalmente inaceptable".
También piden mejorar los presupuestos dedicados a la cultura y al arte contemporáneo, pues, dicen, "no corresponden al grado de riqueza que aporta el sector" y "las asignaciones presupuestarias son paupérrimas tanto en el apoyo a la creación, como en la difusión del arte contemporáneo". También quieren que se complete el Estatuto del Artista, "en el que las artes visuales han sido las grandes olvidadas", luchar contra la desigualdad de género, potenciar las enseñanzas artísticas con un plan estatal para la educación artística como los de Francia y Portugal articulado desde los Ministerios de Cultura y subrayan la urgencia de una ley de mecenazgo.
Quieren un menor IVA "para terminar con la discriminación que el arte español sufre respeto a otros ámbitos culturales"
Quieren que se reduzca el IVA "para terminar con la discriminación que el arte español sufre respeto a otros ámbitos culturales" en los que hay IVA muy reducido y apuntan que Francia ante los cambios que han de realizarse en los próximos meses por la nueva directiva europea ha creado un grupo de trabajo entre Cultura y Hacienda para dejarlo en el 5,5%, "lo que beneficia a artistas, galerías y coleccionistas y permite trabajar en igualdad de condiciones".
Solicitan por último que en el Ministerio de Cultura exista un secretariado específico de arte contemporáneo para tener una interlocución directa y estable y crear comisiones estatales y autonómicas con la participación de profesionales del sector para la vigilancia del cumplimiento del Código de Buenas Prácticas y para su ampliación a otros campos, incluyendo el ámbito de las entidades privadas.