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"Cleopatra tiene tantas cualidades..., es sexy, es políticamente poderosa, es vulnerable"

Café de Artista con John Adams

El compositor estadounidense conversa con 'La Vanguardia' sobre su estreno en el Liceu y otras de sus óperas

John Adams en el Gran Teatre del Liceu 

En plenos ensayos con la Orquestra Simfònica del Liceu de su ópera Antony & Cleopatra, el compositor John Adams, uno de los más apegados a su tiempo y atento a las cuestiones vitales de la actualidad social y política, hace un alto en el camino para tomar un café y charlar con La Vanguardia. Habrá alguna cuestión que preferirá no abordar, como una eventual reelección de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos, su país. "Prefiero no hablar de Trump porque se convierte automáticamente en el titular de la entrevista", dice en el Saló dels Miralls del Gran Teatre. El próximo sábado celebrará aquí el estreno europeo de este, su último título operístico y el primero que compone basándose en un clásico de Shakespeare.

¿Qué tal están yendo los ensayos de este título tan especial sobre la relación ya madura de dos iconos de la historia antigua como son Marco Antonio y Cleopatra?

Hacer una ópera es siempre algo lioso en este punto porque hay tantos elementos en juego que es muy difícil conseguir que vaya todo a una. Lo cierto es que tengo una maravillosa relación de trabajo con Elkhanah Pulitzer [directora de escena y colibretista]. No es una dictadora. Es muy difícil trabajar con algunos directores de escena, pero tenemos un reparto maravilloso. Nuestros tres mejores cantantes jóvenes son los protagonistas. Dos de ellos son estadounidenses. Y Gerald Finley nació en Canadá, pero vive en Inglaterra, en Londres, sin tener acento inglés, así que le considero americano.

Cuando se estrenó la película en verano, hubo varios artículos sobre mi ópera, Doctor Atomic, comparando a ambos Oppenheimer"

¿Y cómo les va con su música?

Tienen tanto talento... Mi música es muy dura rítmicamente. Pero todos ellos la han experimentado, ya han cantado música mía, así que están acostumbrados. Escribí un papel de Oppenheimer [el creador de la bomba atómica] para Gerald. Cuando se estrenó la película en verano, hubo varios artículos sobre mi ópera, Doctor Atomic, comparando a ambos Oppenheimer.

Se adelantó a la película de Christopher Nolan, efectivamente.

Hay un aria que canta, que se ha hecho famosa. No ocurre muy a menudo en el mundo de la ópera que un aria se haga famosa.

No en la ópera contemporánea, desde luego.

Ahora estoy trabajando con la orquesta, por eso estoy un poco sudado esta mañana, jaja...

¿Está yendo bien con los músicos?

Sí, son gente encantadora. Nunca han tenido nada semejante en el atril. Esto sólo va y va y va... es como una trampa del compás.

El compositor nacido en Massachussets, en 1947 

Marti Gelabert / Propias

Toda su carrera ha estado llena de polémica, musicalmente hablando.

Sí. 

Abrazó el minimalismo rechazando la melodía como algo del pasado, pero el minimalismo tampoco era la cuestión en sí para usted. ¿Cree que ahora somos más libres en cuanto a los estilos en la creación contemporánea que hace medio siglo?

Creo que minimalismo es un término muy útil. Hay mucha controversia al respecto, pero significa algo muy específico. Es una música que es tonal y tiene un ritmo regular, tiene un pulso, y utiliza la repetición para crear grandes estructuras como ladrillos en un edificio. Los primeros ejemplos de Steve Reich y Philip Glass eran muy rigurosos, muy puros. Yo siempre he sido un compositor dramático. Quería encontrar la manera de poder utilizar estos elementos, pero con un lenguaje que tuviera más capacidad para el cambio repentino, para la forma emocional que se consigue en la gran ópera. Desde el principio, mi música fue, yo diría, una forma felizmente corrupta de minimalismo. Ahora, al ser estadounidense, estoy abierto a muchas influencias diferentes. Obviamente, escuchamos jazz, rock y soul. Gran parte de la gran música de Estados Unidos procede de la cultura negra, así que eso me ha influido mucho. Y me encantan los clásicos. Me encantan Beethoven y Mozart, Debussy y Stravinsky, así que todo eso enriquece mi lenguaje.

A los diez años nuestro profesor del colegio leyó una biografía infantil de Mozart. Y a mí me cautivó la idea de un niño que podía componer sinfonías. Fui a casa y dibujé cinco líneas"

Sus padres eran músicos de jazz. Me pregunto si cuando empezó a tocar el clarinete de niño a sus padres les preocupó que les fuera a salir un chaval demasiado serio.

Vivía en un pueblo muy, muy pequeño, y no había mucho que hacer. Mi padre tocaba el clarinete. Yo quería aprender violín, pero era demasiado pequeño para tomar clases, así que mi padre me enseñó el clarinete. Supongo que le salí un prodigio. Imagino que de niño resultaba bastante odioso porque era muy bueno y mi pobre padre intentaba seguirme el ritmo. Pero cuando tenía unos diez años, nuestro profesor del colegio leyó una biografía infantil de Mozart. Y a mí me cautivó la idea de un niño que podía componer sinfonías. Fui a casa y dibujé cinco líneas. Entonces me di cuenta de que no sabía nada de armonía y no conocía todos los fundamentos. Afortunadamente, mis padres comprendieron que quería dedicarme a esto y encontraron la manera de que recibiera clases. 

En Estados Unidos de repente hay apetito por nuevas óperas. Muchos compositores más jóvenes que yo están recibiendo encargos. Yo he de hacerme a un lado"

¡Vaya! ¡Qué bonito! Ahora mismo está muy presente en Europa, ha tenido Nixon in China en el Teatro Real y también en París, con una producción distinta. Finalmente, parece que Europa está muy abierta a su obra.

De hecho, tengo más representaciones de ópera en Europa que en Estados Unidos. En parte es una buena noticia para otros compositores, porque en Estados Unidos de repente hay apetito por nuevas óperas. Muchos compositores más jóvenes que yo están recibiendo encargos y estrenando en teatros de ópera muy prestigiosos, como la Metropolitan Opera de San Francisco. Eso es bueno, pero yo tengo que hacerme a un lado y dejar que la generación más joven tenga su oportunidad. No obstante, recibo muchas peticiones. Gustavo Dudamel hace poco dirigió Nixon in China con René Fleming y Thomas Hampson en París, sí. Hay seis producciones diferentes de Nixon in China. Hubo una que por desgracia no pude ver en Madrid que, según me han dicho, era bastante maravillosa. 

Una escena de 'Nixon in China'

Camilla Winther

Efectivamente.

Luego hay muchas peticiones en Alemania y Dinamarca, Inglaterra. Y también mis óperas Doctor Atomic y The Death of Klinghofer. Esta última es una ópera muy controvertida sobre la trágica situación que estamos viviendo esta semana entre palestinos e israelíes.

Sí, fue muy controvertida. En aquel momento le acusaron de antisemitismo. Ahora parece que las cosas han cambiado, hay voces judías en Nueva York o en Estados Unidos en general que están elevando la voz y argumentando que los palestinos necesitan una solución. ¿Le inspira para hacer otra ópera sobre este conflicto?

Bueno, no, creo que con mi única ópera es suficiente. Fue controvertida, sobre todo en Estados Unidos, porque para mucha gente allí cualquier reconocimiento de la situación palestina que cuente su historia es muy molesto. Inmediatamente te acusan de antisemita. Cuando se representó en la Metropolitan Opera, hubo protestas. Pero hace poco la hice un concierto en el Concertgebouw, sólo música y palabras. Fue muy conmovedor y el público lo agradeció mucho, porque The Death of Klinghoffer trata fundamentalmente de los sentimientos de la gente, la pérdida de su patria, la pérdida de sus seres queridos. El libreto es de una judía, Alice Goodman. Estoy muy orgulloso de esta ópera.

¿La veremos en Barcelona?

Bueno, tendrás que hablar con la dirección de aquí.

Me he dado cuenta de que Dante aprueba a César Augusto, lo que es sorprendente, pero sin duda era un fascista"

Habrá que hacerlo. Pero Antonio y Cleopatra, la ópera que estrena ahora, nos conduce a la misma zona, a Egipto. ¿Cómo se siente viajando ahora al pasado de esta área, pero al mismo tiempo avanzando en el tiempo y recreando la historia en los platós de Hollywood?

Bueno, la historia está basada en la historia. Cleopatra es una persona real. Antonio lo es. Pero se han convertido en un mito. Al menos en los Estados Unidos, están muy ligados a Hollywood. Lo reconocemos en el vestuario. También, porque en cierto modo, César Augusto fue el primer fascista. Me he dado cuenta de que Dante aprueba a César Augusto, lo que es sorprendente, pero sin duda era un fascista. Hay referencias a Mussolini y algunas viejas películas de archivo de la Italia fascista. Es una historia, en primer lugar, de amor. Tiene uno de los grandes personajes femeninos de todos los tiempos. Quiero decir, creo que Cleopatra es más interesante que Leonora o Aida. Tiene tantas cualidades... Es sexy, es políticamente muy poderosa. Es vulnerable. Es paranoica, como cualquiera que no está seguro de si su amante la ama o no. Es una gran oportunidad para escribir esta ópera, y especialmente para Julia Bullock, que es, creo, la gran soprano americana del momento. Está al principio de su carrera, pero creo que ésta es una pieza que realmente la hará famosa.

Una imagen de la producción de 'Antony & Cleopatra' que se estrenó en 2022 en la Ópera de San Francisco, dirigida entonces desde el podio por su directora titular, Eun Sun Kim

La última vez que conversó con La Vanguardia, Trump estaba en el poder. Y afirmó que no daba para un personaje de ópera, porque no era lo suficientemente humano. ¿Qué opina sobre el hecho de que pueda resultar reelegido?

No respondo a preguntas sobre Trump. Porque siempre se convierte en el titular. Creo que los Estados Unidos corren un grave peligro. La población está dividida por la mitad. Quiero decir, lo vemos en otros lugares. Lo vemos en Polonia, lo vemos en Italia, en Francia, en Inglaterra con el Brexit. Es un momento muy peligroso ahora mismo.

Peter Sellars trabaja con otros compositores, ha hecho óperas con Kaija Saariaho, y yo tenía ganas de trabajar con Elkhanah Pulitzer"

Ha mencionado que no es fácil trabajar con algunos directores de escena. Usted ha formado un tándem fabuloso con Peter Sellars. ¿Por qué no colabora ya con él?

Bueno, trabaja con otros compositores, y ha hecho óperas con Kaija Saariaho, y yo hice una producción de Nixon in China en la que dirigí un Filarmónica de Los Ángeles y la hice con Elkhanah Pulitzer, de manera que ahora tenía muchas ganas de trabajar con ella. Ha sido una colaboración maravillosa. Además, vive en la misma ciudad que yo.

¿Y dónde vive Peter Sellars?

En todas partes, ja ja. Creo que tengo que irme, he de volver al ensayo.