Es una batalla intelectual, de ideas y para ganarse a la opinión pública, pero el conflicto entre Israel y Palestina ha llegado a la feria del libro más importante del mundo, la de Frankfurt. El filósofo esloveno Slavoj Zizek, ciudadano y autor del país invitado, suscitó irritación en la ceremonia inaugural de la feria. Su discurso, que se centró en una crítica a la política de Israel, fue interrumpido varias veces por el público, según informa Efe.
Zizek empezó siendo claro: “No aplaudan ahora, esperen a lo que voy a decir, tal vez después nadie aplauda”. “Quiero que quede claro –prosiguió–, condeno los atentados de Hamas sin atenuantes y doy el derecho a Israel a defenderse”.
Quiero que quede claro –prosiguió–, condeno los atentados de Hamas sin atenuantes y doy el derecho a Israel a defenderse”
El filósofo exploró los orígenes del terror y dijo que, al igual que el poder corrompe, “la persecución también corrompe a las víctimas”. Empezaron a oírse gritos entre el público, acusando al orador de relativizar el terrorismo y comparar al Gobierno israelí con Hamas.
“No relativizo nada, no comparo nada –replicó Zizek–. Lo dije al comienzo. Bueno, hace poco se habló de que era importante oírnos los unos a los otros y entender lo que decíamos”. Al final, Zizek dijo sentirse “un poco avergonzado” porque “muchas de las cosas que he dicho las habrían podido decir quienes me antecedieron en el estrado”, refiriéndose por ejemplo a la presidenta de Eslovenia, Natasa Pir Musar.
La persecución también corrompe a las víctimas”
Zizek también criticó que se haya aplazado la entrega de un premio a la autora palestina Adamia Shibli durante la feria. “Estamos ante las paradojas de la cultura de la cancelación”, dijo. Se refería al premio LiBeraturpreis, que debía entregarse este viernes a Shibli.
La asociación Litprom, que promueve a los autores extranjeros en lengua alemana y concede este galardón, anunció que la autora no recibirá el suyo como estaba previsto en un inicio. Shibli iba a recibir el premio por Un detalle menor, que relata la historia real de la violación y el asesinato de una niña llevados a cabo por soldados israelíes en 1949. La obra fue nominada a premios como el Man Booker, el National Book Award o el International Booker Prize. En español, la publica la editorial Hoja de Lata.
Varios grupos editoriales árabes han anunciado que boicotearán la feria, y Malasia ha informado de que retira su presencia por “la actitud pro Israel y el apoyo abierto de los organizadores a Israel”. Más de 600 personas del sector han firmado una carta abierta de protesta. Entre ellas, se encuentran los premios Nobel Olga Tokarczuk y Abdulrazak Gurnah o la escritora canadiense Naomi Klein, que denuncian que los organizadores “cierran el espacio a una voz palestina”.
Estas fricciones pesan sobre el salón, hasta el punto de que muchas voces han pedido la dimisión de su director, Juergen Boss. Tras el discurso de Zizek, tomó la palabra Boos para decir: “Es la libertad de expresión y está bien que así sea. También está bien que el discurso haya sido interrumpido varias veces por el público y me alegro de que haya podido llegar al final. Gracias, Slavoj, por mostrarnos los abismos que hay en todos nosotros”.