Christina Rosenvinge vuelve a estar de actualidad porque paradójicamente ha decidido mirar al pasado. Y es que ahora se cumplen treinta años de la publicación de Que me parta un rayo, el icónico álbum grabado junto a la banda Los Subterráneos y con el que certificaba el inicio de su carrera en solitario tras su popular etapa como Álex y Cristina.
La polivalente artista (Madrid, 1964) regresará próximamente a Barcelona para presentar aquellas canciones (el 4 de febrero en la sala Paral·lel 62, dentro del festival BCN Guitar) después de haberlo hecho en Latinoamérica. Y regresa a la capital en un formato bien distinto a como lo hizo el pasado julio en el teatro Romea, en el marco del festival Grec y dentro del montaje teatral Safo. Los suscriptores de La Vanguardia tienen un descuento del 15% en el precio de las entradas, siempre que las compren en Entradas de Vanguardia.
En directo
La cantante revivirá las canciones de su histórico álbum el 4 de febrero en la sala Paral·lel 62 dentro del festival BCN Guitar
¿A quién se le ocurre celebrar los 30 años de Que me parta un rayo? En confianza, parece un poco el proyecto de una viejales.
Tienes toda, toda la razón. De hecho, en cada década siempre cambio de repertorio y no miro para atrás, nunca he hecho un concierto de nostalgia y cosas así. Lo ultimo que estoy haciendo es lo que más me divierte, siempre lo he visto así, pero todo esto cambió cuando el 17 de febrero del 2022, que es cuando se cumplían los 30 años de la salida del álbum, puse un post comentándolo. Y la reacción de la gente fue tan abrumadora en España y Sudamérica que pensé que no podía ser tan snob y negarme a tocar canciones de ese disco.
¿Cree que escuchándolo ahora se nota que se hizo hace treinta años?
Es cierto que en ciertos aspectos ha quedado como muy de los 90; sin embargo ha sobrevivido y ha ido adquiriendo nuevo publico con el paso del tiempo. Son canciones escritas con el impulso de alguien que acaba de aprender a tocar la guitarra, tienen mucha frescura, y además tiene la cosa de que hay una letrista experimentada. Creo que las letras estaban muy bien escritas y por eso el disco trascendió. Entonces la idea era celebrarlo no solo por mi sino por lo que significaba para mucha gente.
Entonces, ¿dónde cree que radica el secreto de que Que me parta un rayo siga pareciendo muy actual en muchos aspectos?
Son canciones muy clásicas que perviven bien a través del tiempo. Son canciones rock, folk… y que además tienen mucha letra, con mucha intención y en las que se cuentan muchas cosas. En su momento tenían además la novedad de que eran letras escritas desde un punto de vista femenino y feminista, aunque era un momento en que esa palabra estaba un poco maldita porque no se entendía, había mucho prejuicio. Pero ya entonces yo ya decía que era feminista.
¿Y ahora?
Sigo siéndolo, por supuesto.
¿Se ha avanzado en otras cuestiones de las que usted hablaba en hace treinta años?
Sí, esas cuestiones han ido hacia adelante pero también han estado estancadas mucho tiempo. Realmente hasta que no hay el estallido en el 2017, con la gran manifestación, y un año después yo saco el álbum Un hombre rubio, es cuando se hace la huelga general. Había llovido mucho y lo recuerdo muy bien porque aquel 8 de marzo me pilló presentando el disco en la sala Apolo de Barcelona, que era el día en que las mujeres y los grupos femeninos que hacemos música teníamos que tocar sí o sí.
¿Y las temáticas de esas canciones siguen siendo actuales?
Sí, todas, desgraciadamente. La parte del disco que suena más oldie es Voy en un coche, que se presenta como metáfora de libertad; es algo muy del siglo XX aunque no tenga nada que ver con Thelma y Louise como me han preguntado mucho. En general, la temática de las letras es muy divertido porque retrata un momento muy concreto que es cuando yo conozco a Ray Loriga, que luego será el padre de mis hijos. Y en la temática también hay mucha mención a bares, pistolas, asuntos de gángsters… y eso es debido a que cuando conocí a Ray y empezar a intercambiar las cosas favoritas como hace cualquier pareja de enamorados, de repente descubrí el cine bélico, de gánsgsters y todo eso… Por ejemplo, hasta entonces no había visto El padrino.
En alguna ocasión ha dicho que las canciones de ese álbum que ahora homenajea, "están escritas desde un fuego interior muy potente". ¿Cómo es ese fuego?
Yo no planeo las cosas, las hago por instinto, pero luego las pienso mucho a la hora de explicarlas. Y para explicártelas a tí, por ejemplo, estudio mucho. Mira, Que me parta un rayo sale de las vísceras y de un momento de gran energía tras haber roto Álex y Cristina, de estar decidida a hacer mi carrera sola, y también era una época muy feliz, era independiente y estaba enamorada.
Sintetizando, Que me parta un rayo fue una respuesta a ...
Sobre todo, fue mi puñetazo sobre la mesa, de decir "no necesito que nadie me haga las cosas".
Permítame la intromisión para acabar: ¿cómo ha influido su estabilidad sentimental en su carrera artística? ¿queda reflejada?
Sí y no. Es cierto que la energía del enamoramiento, la energía sexual, se traduce también en energía creativa pero no necesariamente en canciones de amor porque siempre me ha parecido que el tema del desamor es mucho más literario que el del amor. A mi y a todo el mundo. Amor y desamor es la misma cosa, pero el desamor, la derrota, en la literatura siempre es mucho más interesante que la victoria.