En Mediterráneo, Serrat dice que tiene alma de marinero (la versión instrumental de Frank Fernández, del disco Cuba le canta a Serrat, me parece sublime, porque, como ya sabemos la letra, la vamos cantando en silencio).
Una persona puede tener muchas almas, claro, y la suya es, sobre todo, la de poeta. Un poeta popular, que le gusta decir las cosas bonitas de la vida con palabras bonitas, y las cosas injustas de la vida con palabras precisas, recurriendo a menudo a la ironía para darles más valor.
Entre poetas
Como muchos otros cantautores, Serrat también ha musicado a poetas como Machado, Salvat-Papasseit, Miguel Hernández, Joan Margarit, León Felipe, Pere Quart...
Como muchos otros cantautores, Serrat también ha musicado poemas de figuras relevantes de la literatura. Quizá el álbum dedicado a Antonio Machado es uno de sus hitos, que incluye uno de sus grandes éxitos, Cantares, imprescindible en cualquier concierto (yo me quedo con Las moscas).
Pero también Salvat-Papasseit (Visca l’amor), Miguel Hernández (Para la libertad) y Mario Benedetti (me encanta Los formales y el frío). En otros álbumes, ha incluido poemas de Joan Margarit (Mala mar), León Felipe (Vencidos) o Pere Quart (Infants). He ahí su generosidad, acercándonos las palabras de los grandes poetas.
Pero donde Serrat fascina es en el dominio de la palabra propia. En catalán o castellano, el cantautor ha buceado en la memoria de la lengua, dando vida a palabras que no quiere que se pierdan y que sabe que, puestas en una de sus canciones, les regala unos años más de vida. Dado que ha escrito casi tres centenares, es tarea ardua escoger algunos versos, por eso esta selección es muy personal.
De Lucía: “No hay nada más bello que lo que nunca he tenido”. De Cançó de matinada: “Cap a la vila ja ve el pagès, la bossa buida i el carro ple”. De Fiesta: “Y con la resaca a cuestas / vuelve el pobre a su pobreza, / vuelve el rico a su riqueza / y el señor cura a sus misas”. De Menuda: “Gronxa’m de les teves arracades, / volta’m amb els teus anells”. De Pueblo blanco: “Por sus callejas de polvo y piedra / por no pasar, ni pasó la guerra”. Y así, casi hasta el infinito.
No se puede ser otra cosa que un genio para verter en una canción, Temps era temps, una retahíla de expresiones que despiertan los recuerdos desdibujados de unas cuantas generaciones, consiguiendo hacer rimar la delantera del Barça con los penellons: “Basora, César, Kubala, Moreno i Manchón”.
Son palabras sencillas y precisas, las de una voz popular como la suya. Después de Dylan, los del Nobel ya tardan.