Estos son los estrenos de cine que llegan a las pantallas a partir de este 16 de diciembre :
Avatar: El sentido del agua (★★)
Dirección: James Cameron. Intérpretes: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Kate Winslet. Producción: EEUU, 2022. Ciencia ficción
Habrá 'Avatar 3', 'Avatar 4' y 'Avatar 5' para 2024, 2026 y 2028
Por Jordi Batlle Caminal
No viene numerada pero todo el mundo sabe que es la 2. Porque todo el mundo vio Avatar, todo el mundo recuerda Avatar y todo el mundo, trece años después de visitarlo por primera vez, volverá estos días al planeta Pandora. Avatar se nos vendió como la película que revolucionaría el cine fantástico y de ciencia ficción, que dividiría la historia del género en un antes y un después, como hizo Kubrick en 1968. Predicción que solo se cumplió a nivel tecnológico y digital, campo en el que sí fue Avatar una obra evolutiva para el cine de gran, grandísimo espectáculo. Por lo demás, no era otra cosa que un brillante híbrido de cine bélico, western proindio y cine de aventuras en la selva: un poco de Tambores lejanos, un poco de Pocahontas, unas gotas de ecología y espiritualidad “new age”, etc.
Perdido ya el impacto inicial, Avatar: El sentido del agua mantiene, como era de esperar, un deslumbrante despliegue visual a lo largo de más de tres horas agotadoras de hercúlea grandeza visual, pero es decididamente decepcionante en el apartado argumental. Una de las novedades es que el protagonismo se desplaza ahora a los hijos de los protagonistas de Avatar (el exmarine y la indígena), otorgando al relato fiebre adolescente. Y otra, la incorporación del océano a la aventura, agua bendita cameroniana (Abyss, Titanic) con un buen puñado de escenas submarinas filmadas con una claridad nunca antes vista. Y entre mares y juventud, una trama muy tonta, pueril e ingenua, que a veces hace pensar en una versión inflamada de Mi amigo Flipper. Poca sustancia para una espera tan larga.
Pues bien, tras darnos este banquete retiniano pantagruélico aunque carente de vitaminas, urge recordar que aquí no acaba la cosa: según las previsiones bienales, habrá Avatar 3, Avatar 4 y Avatar 5 (ya están en producción) para 2024, 2026 y 2028. Al llegar a la quinta, Cameron tendrá 74 años y habrá invertido los últimos 19 (¡19 años!, ¡qué barbaridad!) encerrado con un solo juguete. Quienes admiramos Terminator, Aliens, Mentiras arriesgadas o Titanic habríamos preferido que empleara este tiempo en una mayor variedad de juguetes: ahora un scalextric, después una caja de magia, un camión de bomberos, unos gladiadores de plomo…
Eo (★★★)
Dirección: Jerzy Skolimowski. Intérpretes: Sandra Drzymalska, Lorenzo Zurzolo, Mateusz Kosciukiewicz, Isabelle Huppert. Producción: Polonia-Italia, 2022. Drama
Jerzy siempre renace
Por J. Batlle
Jerzy Skolimowski es un resistente, un superviviente, un cineasta polaco de la generación de Roman Polanski (fue su coguionista en El cuchillo en el agua) y, como el mismo Polanski, un exiliado errante. Lleva, poca broma, más de sesenta años haciendo cine aunque, a diferencia del autor de Chinatown, de presencia (y éxito) regular en las pantallas, su carrera está sembrada de altibajos, períodos grises y puntuales renacimientos, tal vez porque sus películas, muy personales y viscerales, no coquetean con la industria como las de su compatriota. Skolimowski tiene bastante espaciados sus puntos de inflexión: Walkower, Le départ o Deep end son títulos paradigmáticos de esa etapa, que llega hasta finales de los sesenta, de cine radical, agresivo de las nuevas olas europeas. Una década después volvería a rugir con fuerza en obras de calidad como El grito y Trabajo clandestino. Y la excelente El buque-faro poco después, si bien habrá que esperar algunos años para su siguiente renacimiento: Essential killing, del 2010, inédito en nuestras salas.
Pues bien, he aquí que, a sus 84 años de edad, Skolimowski reaparece otra vez y en plena forma en Eo. Su base argumental es un homenaje a Au hasard Balthazar, el clásico de Robert Bresson protagonizado por un asno, aquí llevado a otra dimensión estética y conceptual. Las vicisitudes y desgracias de un asno constituyen, en efecto, el centro de este viaje un tanto desquiciado, dantesco (hay escenas directamente viradas al rojo), por varios países de Europa, de Polonia a Italia, estructurado en episodios con pocos diálogos, mucha y más bien estruendosa música, trazos nerviosos, violencia descarnada y un humor de acento surreal. Frente a la pureza del animal, el ser humano se revela una especie despreciable y ruin, condenada a la extinción. Lejos del sermón o de la lección moral, Eo es un ejercicio de cine en estado de libertad, duro y áspero pero de veras fascinante.
Aftersun (★★★)
Dirección: Charlotte Wells. Intérpretes:Paul Mescal, Frankie Corio, Celia Rowlson-Hall. Producción: Gran Bretaña, 2022. Drama
La rutina vacacional
Por J. Batlle
Llevamos 45 minutos de metraje, la mitad de la película, y no ha pasado nada. Nada dramático, nada cómico, nada épico, ningún conflicto aparente… Un padre todavía joven y separado y su hija de once años pasan juntos unas vacaciones en Turquía: escenas de habitación, escenas de piscina, de playa, de submarinismo, de cenas en la terraza del hotel (con La Macarena de postres guiri), de máquinas recreativas, de billar, helados, paseos y conversaciones naturales, intrascendentes… Todo muy luminoso, soleado, azul cielo y azul mar. Wells demuestra que se puede filmar el ocio rutinario de los demás sin causar nuestro aburrimiento, al contrario: no nos importa pasar los 45 minutos restantes contemplando lo mismo, pues todo está magníficamente expresado en imágenes muy puras, claras y transparentes. Sin embargo, hay algo inquietante y soterrado, invisible, enigmático en el relato, concerniente a la relación familiar (y a la figura en off de la madre), que se intuye ya en el vídeo que la niña rueda al comenzar la película y se manifiesta una noche, hacia el final, en el transcurso de un karaoke, el único momento en que discuten y se separan. Es una obra muy compleja, suave y serena por fuera, tremendamente convulsa por dentro.
El pequeño Nicolás (★★★)
Dirección: Amandine Fredon y Benjamin Massoubre. Producción: Francia, 2022. Animación
Una pequeña delicia
Por J. Batlle
Como el payaso Koko de Max Fleischer, que salía del tintero para increpar al dibujante y protagonizar enredos, hace de eso ya cien años, también el pequeño Nicolás cobra vida desde el pincel de Sempé y dialoga con él. Jean-Jacques Sempé y su amigo René Goscinny, el creador de Astérix y Lucky Luke, concibieron al travieso y divertido Nicolás a finales de los años cincuenta y durante la década de los sesenta fue uno de los personajes más populares de Francia. De todo esto va el largometraje de Amandine Fredon y Benjamin Massoubre: de la sólida amistad entre Goscinny y Sempé hasta el fallecimiento del primero en 1977 (Sempé murió el año pasado), de las aventuras del niño y también de la vida y la infancia de cada uno de sus creadores. La animación es una preciosidad. Remite, obviamente, al modelo de los álbumes recreados y es de línea clara, precisa, sintética y con los colores más bellos y suaves. Una deliciosa acuarela que, encima, celebra la vida (aunque habla también de la muerte), la amistad, la creación, el arte, la cultura, el conocimiento… Es una cita imprescindible para ver en familia antes, durante o después de estas fiestas navideñas y un goce para públicos de todas las edades.
El sostre groc (★★)
Dirección: Isabel Coixet. Producción: España, 2022. Documental
Hablan las víctimas
Por J. Batlle
El sostre groc es un documental de denuncia sencillo y necesario, porque da voz a un grupo de mujeres que en su día, siendo adolescentes o todavía menores de edad, sufrieron los abusos sexuales de Antonio Gómez, su profesor en el Aula de Teatre Municipal de Lleida. La película está divida en nueve capítulos, siguiendo una estructura cronológica: Ell, L’aula, La Inestable (nombre de la compañía teatral del centro), Els viatges, Els rumors, El director, El silenci, La denúncia y Elles. Las víctimas lo cuentan todo, sin pelos en la lengua, y de la pluralidad y coherencia de sus voces se deduce que estamos ante una verdad irrefutable. Sus declaraciones se alternan con imágenes de archivo de sus actividades cuando eran alumnas: ensayos, representaciones, salidas al extranjero y programas de televisión local, en algunos de ellos con presencia del entonces alcalde Àngel Ros, que elogia tanto el centro de formación como la figura del propio Gómez, a quien Coixet no logró convencer para que participara en el documental. Cuando las denuncias empezaron a llover, el delito ya había prescrito y Gómez fue despedido del Aula con una indemnización, según cuenta una profesora, de casi 60.000 euros, dato que añade un plus de indignación.