En su luminoso piso de Estocolmo, en el selecto barrio de Östermalm, David Lagercrantz (Solna, 1962), el hombre que continuó la serie Millennium tras Stieg Lar sson, recibe a este diario para hablar, junto al piano, de su nueva novela, Obscuritas (Destino/Columna) –a la venta el próximo miércoles día 1– en la que un refugiado afgano es asesinado tras arbitrar un partido de fútbol en la capital sueca en el año 2003. Se anuncia como “el primer caso” del profesor Hans Rekke y la policía Micaela Vargas.
Un Sherlock Holmes actual
“El abuso de drogas es lo que iguala a las clases sociales”
Su Rekke es adicto a los opiáceos, posee un increíble sentido de la observación, tiene un hermano que trabaja en el gobierno... Es imposible no pensar en Sherlock Holmes.
Es que ese era mi objetivo. Acabé Millennium y decidí explorar el personaje de Sherlock Holmes, mi primer amor literario, partir de él para hacer algo más actual. No me gustaba la arrogancia del personaje original, siempre está muy seguro de que es un genio. Así que sustituí eso por las dudas sobre sí mismo y hago que le sobrevuelen negros demonios como la depresión y la bipolaridad, eso es interesante en un detective porque lo pone en posición de ver algo más que los demás, lo sitúa en la tenue frontera entre la genialidad y la locura. Como he tenido además el privilegio de conocer a gente de los barrios más duros de Estocolmo, de los que procede el futbolista Zlatan Ibrahimovic (de quien hice una biografía, Yo soy Zlatan, que ahora se ha llevado al cine), puse una chica policía de origen chileno que viene de por ahí, lo que me permite hablar de la segregación social que tenemos en este país. Una de las pocas cosas que igualan a las clases sociales es el abuso en el consumo de drogas.
Micaela Vargas no es Lisbeth Salander. ¿Cómo las compararía?
Salander era demasiado dura para mí, demasiado compleja, dominada por el sentimiento de venganza y capaz de una gran crueldad. Micaela es también dura, pero menos, también inteligente y una outsider, está fuera del establishment.
Usted era bueno escribiendo en la voz de otros: como Ibrahimovic en primera persona, como Stieg Larsson... ¿Ahora ya es usted mismo?
No sé decirle... ¿Qué significa yo mismo? ¿Quién soy? He escrito tanto tiempo en la voz de otros que ya no sé bien cuál era la mía. En Millennium me acerqué a la frontera de lo que ya no era capaz de hacer, ahora me he desplazado a situaciones más afines.
Su trama, con personajes que estudian para ser grandes músicos, hace pensar en la relación entre Mozart y Salieri,
Ese es uno de los temas, la rabia contra el éxito o el talento del otro, que se mezcla a menudo con la lucha de clases, a menudo tiene que ver con el nivel de educación al que unos han podido acceder y otros no. Ibrahimovic estuvo a punto de convertirse en un delincuente.
Habla de la schadenfreude...
Es la felicidad que te causan los sufrimientos o fracasos de otros. ¿No les sucede en España?
¿Qué contacto hay entre esos dos planetas de los que se ocupa, la clase alta y la clase baja?
Ninguno. El poquísimo que había cada vez se reduce más. Es muy preocupante. Crece el odio entre clases, nuestras sociedades se están haciendo más desiguales y, por tanto, más infelices. Teníamos un sistema socialdemócrata basado en el ascensor social pero ese ascensor se ha estropeado, ya no se mueve, la gente ha dejado de ascender de clase social por sus méritos. La inmigración se queda en su mundo. Nos sentimos mucho más diferentes del otro de lo que realmente somos.
¿Cómo es el barrio de Husby, del que procede Vargas?
Es el peor barrio de Estocolmo, cada vez hay más tiroteos, se americaniza la violencia, crecen las bandas... Suben los índices de asesinatos porque se disparan entre ellos.
La tortura es otro de los temas. EE.UU. no queda como un modelo de civilización.
Un Estado se convierte en terrorista si tortura a la gente, la detiene y la mantiene presa sin orden judicial, y quiebra de ese modo su dignidad, como en Guantánamo o en otros campos.
La violencia arranca falsas confesiones...
Igual que en los tiempos de las brujas. La tortura es deleznable moralmente pero es que, además, es poco efectiva porque hace que tú digas cualquier cosa para que dejen de pegarte.
Micaela procede de Chile, donde su padre fue torturado por Pinochet. ¿Suecia sigue siendo un país de refugiados?
La extrema derecha subió espectacularmente, como nunca, justo después de que acogiéramos a 250.000 refugiados de Siria. No sucede esa reacción con los ucranianos, a los que vemos tan rubios como nosotros. Suecia se ha vuelto más restrictiva desde el 2015, y además ponemos a los refugiados todos juntos en los mismos barrios, formando guetos.
Una parte del libro sucede en Afganistán. Vemos a los talibanes prohibir la música.
Es tal como lo cuento. Los talibanes han vuelto al poder y lo han vuelto a hacer. Asesinan a músicos, destrozan instrumentos... ¿Por qué persiguen la belleza, ya sea en la música o en los cuerpos y rostros de la gente? No quieren que sientas atracción hacia nada bello. Matan lo que no pueden alcanzar.
Casi se podría entender, que no justificar, que persiguieran el heavy metal o el rap pero ¿por qué la música clásica?
Su gran enemigo histórico fue la URSS, que educaba a la gente en la música clásica, e identificaron ambas cosas. Y además es occidental, ellos vienen de otra tradición, la indostaní.
Este es el primer libro de una serie de...
Van a ser cinco libros en total.
Yo recibí críticas durísimas, me echaban en cara que alguien, como yo, de clase aristocrática, continuara las novelas de un trabajador como Larsson"
¿Qué opina de Karin Smirnoff, su sucesora para continuar la serie Millennium ?
Es muy buena escritora, y productiva, aunque no de crímenes. Retrata personajes duros, no se basa mucho en el argumento. Dicen que ya tenían bastante de libros policiacos y buscaron otra cosa.
¿Cómo se siente en relación a Millennium ?
Orgulloso de haber sido el primero en continuar a Stieg Larsson. Conmigo hubo una polémica feroz, ahora todos ya comprenden que se ha de continuar. Yo recibí algunas críticas durísimas, me echaban en cara que alguien, como yo, de clase aristocrática, continuara las novelas de un trabajador como Larsson. He sobrevivido.
¿Qué le parece la película sobre su novela Lo que no te mata te hace más fuerte?
Se basa en mi primer libro de Millennium, el cuarto de la serie. Es horrible, infumable. He aprendido que no se puede renunciar a tener alguna influencia en el proceso. Vi llegar a unos chicos de Hollywood y pensé que sabrían hacer su trabajo, pero...
Suecia ha pedido entrar en la OTAN. ¿Tienen miedo a Putin?
¿Cómo no tenerle miedo? Sin compararlo con Hitler, su psicología es patológica. Es arrogante y cruel.
¿Le inspiraría una novela?
Por supuesto, es un villano perfecto para la literatura: perverso, sádico, retorcido, un mafioso chuleta que se hace fotos haciendo pesas, alguien que te sonríe y por detrás ordena tu asesinato. Alguien que empezó a robar, obsesionado en hacerse rico. Es una figura muy literaria.
¿Quién será su Moriarty en esta serie?
¡En eso estoy! Lo verán en el segundo libro. Es alguien que proviene de la infancia de Rekke.