'Fama', el musical que quiere vivir para siempre
Escenarios
La obra basada en la película de Alan Parker de 1980 llega al escenario del Teatro Apolo este viernes
Quizá cuando estrenó la película Fama en 1980, Alan Parker ni siquiera se imaginó que su música iba a vivir para siempre. Pero Fama se ha convertido en todo un clásico. El film logró dos Oscar, a la mejor canción original y a la banda sonora de Michael Gore. Luego se transformó en una serie de televisión que tuvo en vilo a jóvenes de todo el mundo entre 1982 y 1987. El espíritu de Fama sobrevivió en los teatros y, ahora 40 años después, regresa otra vez a las tablas en forma de musical.
Los alumnos de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Nueva York se subirán este viernes al escenario del Teatro Apolo de Barcelona para compartir con el público con sueños, esperanzas y ambiciones y, también, para cantar y bailar. Para cantar y bailar los temas compuestos por Steve Margoshes y Jacques Levy, 14 canciones que el elenco de Fama interpreta bajo la batuta de Pedro Salinas, el director musical del espectáculo.
Salinas ha intentado mantener "esa magia de los años 80", según ha explicado esta mañana durante la presentación a la prensa de algunos números del show, entre ellos, la tradicional Fama (la de "quiero vivir para siempre" de Gore), que daba nombre a la película de Parker y que en su día supuso un Oscar para Irene Cara. Ahora la canta, y la baila, Clara Peteiro, que se mete en el papel de Carmen Díaz, la joven latina que quiere convertirse en una gran estrella.
Peteiro está acompañada por Raudel Raúl, que interpreta a Tyrone Jackson, el aspirante a actor apasionado por la danza que no puede evitar meterse el líos y que en la película original corrió a cargo de Gene Anthony Ray. Betty Akna, como la señorita Sherman; Andrea Malagón, en el rol de Mabel Washington, o Miquel Malirach, convertido en el señor Sheinkopf, formar parte también del amplio reparto.
Si Steve Margoshes y Jacques Levy se han encargado de la música, Coco Comin ha puesto su sello en las coreografías. La directora artística del espectáculo ha intentado "mantenerse fiel al estilo de danza jazz" tan de moda en las escuelas para artistas de los 80. Ha apostado también por un hip-hop primerizo y ha innovado con "un numerazo de claqué, basado en una de las piezas originales de Salinas".