La presidenta de la Acadèmia de Cinema Català, Judith Colell, lanzó ayer una alerta roja por la pérdida de peso de la industria cinematográfica catalana frente a Madrid: “Hay una fuga de talentos hacia Madrid, Catalunya pierde musculatura y no queremos ignorarlo”, señaló durante la presentación del plan de actuación de la nueva junta directiva de la Acadèmia, elegida hace 100 días.
Hace 10 años, Catalunya era el motor de la industria cinematográfica española. Era la época de producciones de éxito como Pa negre (Agustí Villaronga, 2010). “El 50% de todas las películas realizadas en España se rodaban en Catalunya. Pero en la última década la producción catalana ha ido perdiendo fuelle. La capital española se ha llevado el cine a su molino y ahora solo un 25% de los rodajes lleva sello catalán”, señalan fuentes de la Acadèmia.
E indican varios posibles motivos que habrían provocado esa pérdida de musculatura de la industria catalana del cine como el aumento de la inversión de las instituciones madrileñas en el sector o “el declive de la escuela de Barcelona”. El hecho es que Madrid concentra ahora la producción y que la nueva dirección de la Acadèmia se propone afrontar este problema para tratar de darle la vuelta: “Apretaremos y reivindicaremos que se haga más cine aquí y más cine en catalán”, señaló Colell.
Y es que la falta de producción en lengua catalana es otro de los problemas que ha detectado la nueva junta directiva de la Acadèmia. Colell aseguró que “la lengua se pierde y está en serio peligro de extinción”. “Las películas han de rodarse en la lengua que necesitan, pero hay producciones que podría ser en catalán y no lo son porque no hay una apuesta clara por parte de las instituciones”, añadió.
Un claro ejemplo son los premios Gaudí, los Oscar catalanes, que se concederán el próximo 20 de febrero en Barcelona. Otro de los miembros de la junta, el guionista Eduard Sola, adelantó que 24 largometrajes competirán por esos galardones, pero solo cuatro, un 16%, han sido rodados en versión original en catalán.
Para tratar de poner freno a estos problemas la Acadèmia ha puesto en marcha algunas iniciativas como el Àgora Gaudí, un espacio de formación y desarrollo de proyectos para los académicos en coordinación con festivales, o el impulso de un cásting internacional anual para que profesionales de todo el mundo se acerquen a Barcelona a conocer, y si puede ser, fichar a los actores locales.
Catalunya, que producía el 50% de las películas de toda España en 2010, realiza ahora el 25%
Además, la Acadèmia se preocupa de que el cine catalán llegue a los espectadores por lo que reforzará el Cicle Gaudí, una selección itinerante de películas catalanas que se programan en localidades de toda Catalunya aunque carezcan de salas permanentes y que “traspasará fronteras para llegar a Alguer y Catalunya Nord” y quizá a Andorra. El ciclo se estrenará también en las escuelas a partir del año que viene con una prueba piloto en la Fundació Víctor Grifols.
La Acadèmia de Cinema Català anunció también ayer que el proyecto Cinema en curs ha sido galardonado con el octavo premio Pepón Coromina. Núria Aidelman y Laia Colell son las impulsores de Cinema en curs, una iniciativa que “ha logrado poner de relieve la importancia que debe tener el cine en la educación”, señaló el jurado formado por Lluís Miñarro, Belén Funes, Sebastian Vogler, Eva Valiño y Yolanda Sey.