Loading...

Nuevas herramientas de cultura

Fondos europeos

800 millones de euros para la reconstrucción del sector

Un empleado limpia una de las butacas en las que se permite sentarse rodeada de otras en las que no para mantener el distanciamiento social en la sala de un cine

MAST IRHAM / EFE

En el reparto de los fondos europeos, el apartado de cultura y deporte constituye una de las diez líneas “palanca” del Plan de Reconstrucción , Transformación y Resiliencia y le corresponde más de 800 millones de euros (a sumar lo que aporten las líneas transversales de transformación ecológica y digital). Ha explicado al respecto el presidente del gobierno, Pedro Sánchez:

“La novena política tractora es el desarrollo de dos industrias muy importantes para nuestro país. Una es el deporte y otra es la industria de la cultura, a los cuales vamos a destinar el 1,1 % del total de recursos del Plan. La industria cultural, cuya vulnerabilidad se ha visto y se ha puesto de relieve desgraciadamente en esta pandemia, no sólo tiene un valor indispensable para el desarrollo de una sociedad libre y abierta, también es generadora de riqueza, de industria y, en consecuencia, de empleo. Es preciso impulsar un plan para su revalorización en todos los sectores”.

En el ministerio de Cultura y Deporte aseveran que aún no pueden avanzar el detalle de estas ayudas, por lo que hemos recurrido a representantes del sector a fin de intentar un dibujo aproximado de direcciones a las que destinarlas, desde el punto de vista de sus protagonistas.

El sector del libro

La primera industria cultural española, por facturación, es el libro. El presidente del Gremi d´Editors de Catalunya, Patrici Tixis, destaca tres aspectos “que nos darían un claro impulso”.

“Primero, la modernización de las librerías, para que puedan adaptarse a las nuevas necesidades y hábitos de compra. Las librerías son, y deben seguir siendo, el punto de conexión más importante del libro con los lectores y un agente cultural muy relevante en su área”. Segundo, “una apuesta por la mejora de la calidad de la educación que sin duda va a repercutir en una mejora de la formación de los ciudadanos y, naturalmente, del aparato productivo de todo el país. Para esta mejora de calidad sería importante dedicar recursos a modernización de las bibliotecas y, sobre todo, dotaciones económicas para las bibliotecas escolares, que incidiría directamente en la calidad de la educación”.

Negocios cerrados por covid-19

Emilia Gutiérrez

Tixis se remite al Plan de Fomento del Libro y la Lectura, avanzado ayer en la feria Liber por la Directora General del Libro María José Gálvez. Y en tercer lugar, concluye, se requiere “un apoyo a la sostenibilidad medioamental de nuestra industria.”

Abundando en el primer punto señalado por el presidente de los editores, un destacado librero barcelonés, Lluís Morral, director literario de Laie, apunta: “Las librerías probablemente van a necesitar una derrama, no un crédito, porque los créditos hay que devolverlos. Y ayuda a bibliotecas públicas para que nos compren libros”. Y considera que “el tema de la digitalización en general ya está bastante hecho”.

El papel de las bibliotecas

En línea con el segundo punto marcado por Tixis, el gerente del Consorci de Biblioteques de Barcelona, Ferran Burguillos, señala: “En el contexto actual de crisis y pandemia, las bibliotecas son infraestructuras sociales, que ayudan a paliar retos sociales urgentes como las desigualdades y el aislamiento. La prioridad de las bibliotecas está en el servicio a las personas y la colaboración entre los diferentes agentes (culturales, educativos, sociales, empresariales, etc.) es imprescindible para plantear nuevas fórmulas y proyectos con el objetivo de hacer de la cultura un instrumento clave de transformación social”.

Para Burguillos, “a medio plazo, tenemos que profundizar en la transformación digital de procesos, métodos de trabajo y servicios de la biblioteca. También hay que dotar de tecnología para hacer frente a las necesidades de la ciudadanía. La pandemia nos ha hecho acelerar y repensar nuevos servicios que nos permitan atender las necesidades de los usuarios, que cambiaron de manera repentina, y profundizar la relación con las comunidades de la biblioteca, especialmente con las personas más vulnerables”.

Las prioridades del cine

Otro sector cultural emblemático es el cinematográfico. El punto de vista del presidente de la La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Mariano Barroso, es el siguiente: “La prioridad total consiste en reactivar la producción cuando se acabe la pandemia, e incluso ahora mismo. Cuando empezó el confinamiento se acabaron los rodajes, eso supuso muchas pérdidas y perjuicios. Después se ha rodado muy poco porque las garantías son mínimas.

El gran problema es que las compañías de seguros no cubren la pandemia y eso perjudica a cualquier rodaje que no sea de absoluta necesidad, como los de cadenas y plataformas que tienen que programar. Las productoras se exponen hoy a pérdidas muy abultadas. Mientras dure la pandemia, el estado debería intentar cubrir allí donde no lleguen las compañías de seguros. Y después, con un panorama donde todo será nuevo, habrá que impulsar la reactivación. Así lo estamos hablando con los ministerios de Cultura y Hacienda, pidiéndoles que busquen la colaboración del sector público con el privado, con medidas fiscales que incentiven la venida de inversores extranjeros. También hay que apoyar a las salas de cine, que sufren un golpe tremendo, en un momento en que se está acelerando la digitalización y procesos que habrían durado cinco años se están produciendo en cinco meses”.

Las dificultades del sector teatral

El sector teatral se ha visto especialmente golpeado. Isabel Vidal, presidenta de la Associació d’Empreses de Teatre de Catalunya, señala que: “Ponerse al día en digitalización empresarial no puede obviar que el teatro es una actividad que se realiza esencialmente en vivo. Por ello, de los fondos europeos vitales para la cultura, esperamos que en el caso del teatro se utilicen precisamente para inyectar con carácter urgente recursos al fomento de la creación, producción y exhibición y para preservar y ampliar sus canales de presencialidad”.

Barcelona ha destacado en la consolidación de grandes encuentros musicales. Ricard Robles, fundador y codirector del Festival Internacional de Música Avanzada Sonar, expone que “tanto los creadores como los profesionales o las empresas deberían poder acogerse tanto a ayudas específicas a la cultura como a las transversales, desde la flexibilización de las condiciones de acceso a créditos y subsidios hasta la revisión de la fiscalidad. Va a ser muy difícil o imposible recomponer lo que ya está casi roto. Es aconsejable diseñar bases para operar con fórmulas mixtas de impulso público-privado que favorezcan la actividad y den espacio y tiempo para la regeneración de las diferentes capas del tejido creativo. En ese sentido, una sintonía entre administraciones sería bienvenida”.

Butacas de teatro con máscaras

Llibert Teixidó

“En cuanto a la digitalización -añade Robles-, es importante también que la entendamos no como un sustitutivo de nada, sino como una caja de nuevas herramientas que conviene aprender a utilizar. Es fundamental formar a creadores y profesionales para que la digitalización amplíe opciones, formatos y canales de expresión, y les permita alcanzar nuevos públicos y nuevas maneras de relacionarse con él”.

El mundo del arte

La estructura del mercado del arte es compleja y delicada. Recabamos la opinión de dos galeristas. Joan Anton Maragall, de la Sala Parés, decana de las galerías catalanas, apunta que “en el terreno digital vamos retrasados y hacen falta recursos: las grandes plataformas digitales del mercado del arte son extranjeras y las aplicaciones de visita virtual más adelantadas que algunos (todavía pocos) estamos utilizando las tenemos que contratar en empresas de otros países a costes altos.

Tendría mucho sentido crear una línea de ayudas y créditos a la investigación, desarrollo, producción y difusión de herramientas digitales de nueva generación que por una parte agilicen el mercado del arte, y de la otra enriquezcan la experiencia del espectador a la hora de conocer y disfrutar del arte en trabas de la pantalla. Durante la pandemia, las galerías y los museos estamos detectando que la visita y la interacción virtuales se han más que duplicado y eso ha llegado no solo para quedarse, sino para multiplicarse”.

Una antigua exposición en la Sala Parés

David Airob

Rocío Santa Cruz, directora de la galería que lleva su nombre e impulsora de la feria de bibliofilia artística Arts Libris, sugiere por su parte: “Las galerías son espacios seguros. Se han anulado las ferias, así que ¡recuperemos las galerías! Eso implicaría: uno, ayudas a la promoción a través de eventos conjuntos surgidos desde las asociaciones/ gremios de galerías (el Barcelona Gallery Week fue una buena muestra) y ahora, más que nunca, es importante que las galerías estemos unidas. Dos, poder afrontar los gastos directos que la galería asume en estos meses de Alarma COVID: alquileres, personal, seguros, gastos indirectos...(El Institut Català de les Empreses Culturals puso en marcha este tipo de ayuda durante los meses de confinamiento y fue una bomba de oxígeno). Tres, dotar de ayudas para la producción de obras de arte de los artistas de la galería. Cuatro, ayudas a la internacionalización de sus artistas (la cotización y reputación de los artistas se construye a nivel internacional). Aquí entra la creación de webs y plataformas online.

“Y se me ocurre -añade la galerista- que puede ser muy interesante, reflexionar de qué manera construir nuevas alianzas entre galerías en el seno de Europa y contrarrestar de esta manera la omnipresencia del mercado anglosajón. Sin olvidar que para dinamizar el mercado, tanto de coleccionistas privados, nuevos y empresas mecenas, la solución, como llevamos años planteando, pasa por la Ley de mecenazgo y la reducción del IVA”.