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‘Persecució’, de Toni Sala, gana el premio Crexells

Reconocimiento literario

El galardón sigue apostando por la literatura con mayúsculas

Entrevista a Toni Sala por la publicación de ‘Persecució’

Toni Sala, en el Ateneu Barcelonès, ganador del XLIX premio Crexells por 'Persecució'

Víctor Poch

Después de la polémica de dos años atrás, en que el jurado cambió las normas en el último momento, el premio Crexells se consolida como uno de los premios literarios de referencia en la literatura en catalán a obra publicada. Del año 2019 reconoce Persecució , la última novela de Toni Sala (Sant Feliu de Guíxols, 1969), publicada por L’Altra Editorial.

No se trata de una novela fácil ni cómoda. De hecho, el autor y su editora, Eugènia Broggi, han explicado que, a pesar de tener vendidos los derechos para Estados Unidos y de haberse ya hecho la traducción, la editorial americana ha decidido no publicarla.

“‘Persecució’ es una novela políticamente incorrecta”, dice el jurado

La razón hay que buscarla en el movimiento Black Lives Matter, dado que en la novela un negro es asesinado. “Nadie se ha preocupado por la mujer que también muere asesinada”, replicó Broggi. El caso es que, como dijo el escritor David Castillo, miembro del jurado, “Persecució es una novela políticamente incorrecta”.

Su inicio ya pone al lector sobre aviso: “Vaig sortir un any amb un home, fins que vaig saber que havia matat la seva dona. Va dir-m’ho ell mateix”. Castillo ha añadido: “El premio Crexells va a la contra, y esto me gusta. No ha sido un premio fácil, porque ha tenido buenos competidores”.

El premio Crexells llega a su 49.ª edición y vuelve a ser un referente, como ha recordado Joan Maluquer, vicepresidente del Ateneu Barcelonès, miembro del jurado con voz però sin voto. La organización de este año se había planteado aplazar el anuncio del veredicto, pero la inminente celebración del día del Libro el 23 de julio ha dado margen para esta convocatoria.

Toni Sala en el Ateneu Barcelonès

Pau Cortina / ACN

El filólogo y jurado Joan Santanach ha destacado: “Es una obra arriesgada, centrada en un maltratador que no es juzgado por el escritor, nos lo presenta, lo observa. En la novela hay violencia constante, racista, en las cárceles, contra la mujer... Pero no toma partido, nos golpea, pero no nos adoctrina”.

El periodista y jurado Jordi Nopca ha subrayado el modo en que Sala muestra el trasfondo del verano del 2017: “Es distinto a otros libros. Lo hace sin complacencia, mostrando la herida abierta, el terrorismo, las manifestaciones...”.

El autor reconoce que no le gustan los libros simples: “Si partes de la idea de que el lector es imbécil, ya no escribes este libro. La lectura se mueve con la complicidad no verbal y no explícita con el lector. El 90% de la comunicación en la literatura es subterránea”.

“La novela no tiene moralina porque va de esto, de la capacidad de ver el mal. No mirar el mal es el primer paso de la hipocresía”, añade Sala. Pero también reconoce: “Intentar entender el mal es el primer paso para perdonar. Es peligroso, pero gracias, Primo Levi, por haber escrito los libros que has escrito”.

Toni Sala considera que vivimos en un momento “de mucha infantilización”. Y concluye: “¿Podemos vivir sin literatura, sin la narración? Yo creo que no. Cuando se haya superado todo esto, tendremos que regresar a la literatura”.