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Los festivales de teatro, en el aire por culpa del coronavirus

Las consecuencias culturales

Han caído Aviñón y Edimburgo, pero el Grec, Almagro y Mérida no han tirado la toalla

El Grec, ayer.Una imagen del coliseo griego de la montaña de Montjuïc, ahora cerrado y pendiente de acoger o no el festival de este año

Mané Espinosa

Los grandes festivales españoles de teatro de este verano están en el aire. El Grec, Mérida y Almagro. Por ahora, sus directores mantienen las fechas. No hacerlo, señalan, sería un golpe mortal para un sector siempre precario que está al borde del colapso. Pero esta semana recibieron un mazazo: el festival de Aviñón, el referente de las artes escénicas europeas, el de mayor presupuesto, a años luz de los demás, quedaba cancelado porque el presidente Emmanuel Macron acababa de anunciar que no podrá haber actividades culturales masivas por lo menos antes del 15 de julio. Aviñón, que contra viento y marea había anunciado su programación por vídeo la semana pasada, comenzaba este 3 de julio... así que Olivier Py, su director, tuvo que proceder a su anulación.

ADELANTE SÍ O SÍ

El director del Grec no imagina tirar la toalla porque es vital para que sobreviva el sector

Sin fecha de desescalada

Se suma así a la caída ya hace días del otro gran foco teatral del verano europeo, Edimburgo, que canceló sus dos festivales, el oficial y el Fringe, el encuentro escénico más grande del mundo, con más de 3.000
espectáculos en un solo mes. La Bienal de Teatro de Venecia, que arrancaba a finales de junio, discute en estos momentos qué hacer. Y en España, los agentes culturales esperan desesperadamente instrucciones gubernativas sobre la desescalada del confinamiento en el mundo de la cultura, y como por ahora no ha habido, los festivales siguen adelante pero, a la espera, en la incertidumbre, poniéndose plazos máximos para decidir si cancelar o no, reduciendo aforos y, también, lanzándose a imaginar planes alternativos para poder seguir adelante incluso en el peor de los escenarios.

FRENTE A LA CRISIS

Almagro reducirá el certamen por sensibilidad social y para ser más flexibles

Salvar al mundo teatral

Planes B, C... e incluso D, como los que está articulando Francesc Casadesús, director del festival Grec, un certamen que este año está dedicado a América Latina. “Haremos el Grec”, sentencia, “pero no sé cómo será”, matiza. Para el responsable del gran festival del verano barcelonés, se trata de “salvar lo que podamos del tejido local, y hay que inventar mil maneras para lograrlo”. Esa idea está en la mente de todos los directores de festivales en un mundillo en el que, en España, el 90% de los intérpretes son menos que mileuristas y en el que una parte importante de las producciones de la temporada teatral posterior se cuece en estos festivales. Por eso Aviñón aguantó hasta el final, hasta que era imposible, como lo han hecho el Kunsten de Bruselas o el Festwochen vienés. Festivales que se reinventan a marchas forzadas para salvar parte de la programación a final del año, poder ofrecerle al público experiencias en las fechas de sus certámenes y salvar los muebles económicos: el Kunsten ha lanzado Ghost tickets (entradas fantasma), para que el público les pueda apoyar en esta difícil situación.

FECHAS LÍMITE

Mérida se da de plazo hasta el 15 de mayo para anular o cambiar el festival de este año

El Grec, con planes B, C y D

El director del Grec no cuenta aún su plan D, está en él todavía, pero avisa de que se lo está pasando bien dándole forma, “es muy creativo”. De hecho cuenta que el jueves tuvo una reunión por videoconferencia –por Zoom, como tanta gente estos días–, con los responsables de otros festivales europeos en el que hubo una lluvia de ideas. Por lo pronto, el Grec barcelonés, que se debe celebrar en julio, se presentará, explica, el 25 de mayo en la forma que finalmente sea posible una vez se conozcan las fechas de desescalada. No contempla posponerlo a otra época del año. “El plan A que teníamos y no se podrá hacer era el festival fantástico con Sudamérica como invitada. El plan B era un Grec alargado, reprogramando durante agosto parte de los espectáculos que han caído en los teatros barceloneses durante marzo, abril y mayo. En este plan seguramente habría algunas caídas de última hora de los montajes iniciales que serían sustituidos por reprogramación, pero aún no han caído demasiadas, sería muy viable. E incluso podríamos hacer un plan B1 con condiciones de restricción de aforo, en el que algún montaje no sería ya factible”.

DIEZ FESTIVALES DISTINTOS

Ante la falta de fechas, el Grec y Almagro trabajan con numerosos planes alternativos

¿Un Grec en los balcones?

“El plan C –prosigue– sería un Grec expandido. Si se alarga el confinamiento no podrían ponerse a ensayar algunas compañías, no llegarían a tiempo para estrenar, pero podríamos incorporar las producciones acabadas a lo largo de la temporada y mostrar un work in progres en el festival. Sería un festival híbrido con propuestas internacionales y nacionales acabadas, reprogramaciones y esos work in progress de las que no hayan podido ensayar suficiente. Finalmente, el plan D es ponernos más creativos, buscar otros formatos y maneras. He hablado con artistas que participan y puede salir algo chulo si tenemos las condiciones claras. Sean balcones, plazas, formatos semipresenciales, patios del Eixample, por audio... No virtuales, ha de haber parte presencial, sensación de comunidad. Compartir espacio sin imprudencias. La idea de base es seguir dando apoyo al sector y que haremos el Grec de la manera que sea. No imagino tirar la toalla. Sólo con que estuvieran abiertos los museos podríamos hacer cosas, porque tenemos instalaciones. Incluso podríamos salvar buena parte de los conciertos del teatro Grec, de 2.200 personas, con limitación de aforos, los artistas están dispuestas”.

INCERTIDUMBRE TOTAL

Los festivales necesitan ya indicaciones sobre el desconfinamiento en el mundo cultural

Los estrenos de Mérida esperan

El director del festival de Mérida, Jesús Cimarro, presidente también de Faeteda, la patronal teatral española, cuenta que se ha marcado la fecha del 15 de mayo “para tomar una decisión sobre si se hace o no, esperando a que el Ministerio de Sanidad dé instrucciones. Si en esa fecha no sabemos nada, tal y como está concebido no se podría hacer y habría que cambiarlo o anularlo. Es un festival de estrenos y o empiezan a ensayar el 15 de mayo o los primeros no llegarían a tiempo y habría que cambiarlos de fecha”.

Almagro, con menos aforo

Ignacio García, el director del festival internacional de teatro clásico de Almagro, es enérgico: “Vamos adelante con el festival”. Se celebra del 2 al 26 de julio y, explica, será  con menos aforo en los espectáculos. Cuenta que iban a presentar su programación a primeros de abril, pero la han retrasado para poder establecer diferentes escenarios. Recuerda que tienen mucha programación internacional que dependerá de las fronteras, los vuelos e incluso de que “en esos países puedan ensayar”. Por supuesto, añade, “queremos celebrarlo redimensionándolo. Habrá que ajustar o reducir un poco el festival por empatía y sensibilidad social con lo que está sucediendo. Hemos de ser un elemento de ánimo, de coraje, un faro de esperanza de lo que viene después, pero no lo podemos hacer como si nada hubiera ocurrido. Queremos apoyar a las compañías nacionales en el difícil momento que atraviesan pero también reducir asientos para tener más cintura, flexibilidad ante cualquier recomendación o imposición de las autoridades sanitarias, como hacer controles sanitarios al público o ajustar distancias. Y no somos ajenos a la realidad económica que ha generado entre el público la crisis”.

Ser prudentes siendo posibilistas

Pero, concluye García, “tengo la convicción de que se ha de celebrar por muchas razones, primero la cultural, porque somos lo que somos por la manera de vivir que tenemos; luego, porque representa las esencias y la identidad de una sociedad pensar y celebrar con nuestros clásicos; pero además es un motor económico en el municipio y la comarca, y para muchas compañías españolas que preparan teatro clásico para venir. Será el año que más trabajemos, porque hemos de pensar en diez festivales diferentes. Siguiendo la máxima del siglo de oro estamos intentando ser prudentes siendo posibilistas, con voluntad de hierro sabiendo que nos toca trabajar enormemente”.