SFDK estudia emprender acciones legales contra el festival que los vetó
Conflicto con el Bioritme
Los raperos siguen sin saber qué hirió la sensibilidad de la asistente que se quejó y que dio paso a la polémica
SFDK ha vivido una semana surrealista tras de su actuación en el Festival Bioritme (Vilanova de Sau, Barcelona) del pasado viernes. La organización ha optado por vetar a estos raperos en próximas ediciones después de que ellos, supuestamente, se negaran a realizar una “formación con perspectiva de género” y haber recibido una queja de una asistente que se sintió ofendida durante el concierto. La polémica que se ha montado con este veto ha hecho que finalmente la banda haya roto su silencio con un comunicado muy duro con el Bioritme.
“Nuestra imagen se ha visto injustamente dañada a raíz de los comunicados del festival Bioritme y nos reservamos el derecho a emprender acciones legales contra los responsables de esta situación”, reza la publicación de SFDK en respuesta a las acusaciones que vertieron sobre ellos.
Zatu Rey, uno de los líderes de la banda, incluso ha compartido en Twitter un video dando su versión de los hechos. Aclara que ellos nunca firmaron una cláusula, como decía el Bioritme, donde se hablaba de un protocolo contra las agresiones machistas. De hecho el contrato firmado con el festival es el que se envió desde las oficinas de los raperos.
Según SFDK
El Bioritme pretendía hacerles una formación minutos antes de la actuación
Si SFDK no realizó la “formación con perspectiva de género” fue por la sencilla razón de que se les informó 10-20 minutos antes del concierto. Para Zatu ese no era el mejor momento para charlas porque estaban con los últimos ajustes previos a una actuación ante miles de personas.
A día de hoy la banda sigue sin saber qué fue lo que molestó tanto a esa asistente que acudió a la comisión de género. “Una persona se quejó. Yo tengo mis dudas porque nunca me quisieron decir qué le ofendió, qué canción fue o qué frase para podérsela explicar porque seguramente fue un malentendido”, sostiene Zatu.
Al acabar el concierto en el Bioritme se generó toda la problemática cuando la comisión de género intentó hablar directamente con SFDK. “Querían entrar al camerino a reunirse conmigo una asamblea de gente. Fue una situación muy incómoda”, recuerda Zatu. Se negaron a establecer diálogo con el mánager de la banda y “el diálogo llegó a un punto de tensión el cual no estamos acostumbrados después de nuestras actuaciones”, según el comunicado.
El Bioritme aseguró en su primer texto que SFDK aceptó interactuar con la comisión de género tras la amenaza de hacer público el veto, pero la banda desmiente que esto ocurriera tajantemente: “No cedemos ante amenazas o coacciones de ningún tipo y creemos que las letras de nuestras canciones y nuestros 25 años de trayectoria se defienden por sí solos”.
Si SFDK ha tardado tanto en pronunciarse es porque no les interesaba avivar la polémica y porque el Bioritme les dijo que haría un segundo comunicado para disculparse, pero éste, lejos de contentarles “no ha arreglado la situación en absoluto” y la tildan de “broma pesada”.
Estos comunicados del festival, opina SFDK, podrían haber supuesto el fin de cualquier formación con menos recorrido, pero por fortuna no es su caso. “Todo el mundo sabe que nosotros siempre hemos estado de parte de los desfavorecidos y en ningún extremo”, sentencia Zatu molesto con la situación que ha generado este lío.