Primer día grande del Primavera Sound: entre Christine y Mani-las
Festival
El festival vive su primera jornada entera en el Parc del Fòrum con una gran asistencia de público
Vídeo: Primavera Sound 2019: La ruta mainstream del viernes
No sé si por los reajustes estilísticos en la programación o por la bonanza meteorológica o porque había ganas de petarla , pero el caso es que la riada de aficionados –especialmente extranjeros– a media tarde de ayer en el Parc del Fòrum hacía presagiar una extraordinaria asistencia –con marcada presencia de jóvenes– para tratarse del primer día grande del Primavera Sound .
Excelente feeling, pues, para una apuesta musical que también incorporaba algunos cambios logísticos de todo tipo. Como reubicar los puestos de discos, carteles y memorabilia musical, poner unas pequeñas plazoletas de césped en medio de la avenida de entrada tras pasar los controles, o colocar un inmenso césped artificial en la no menos oceánica explanada donde se ubican los dos escenarios más grandes de los 17 del festival. Esa explanada motivo de discordia con el Ayuntamiento y que cuando llovía se convertía en un peligroso barrizal. Al menos visualmente ahora parece más atractivo.
Stephen Malkmus demostró muy buena forma; The Necks, el porqué de su leyenda
Más allá de los dos temas que funcionan como ejes vertebradores de esta edición del festival –presencia mayoritaria femenina, apuesta por las músicas urbanas– el Primavera Sound sigue siendo un muy atractivo muestrario de joyas, exquisiteces, rarezas y descubrimientos de una amplia gama estilística. En este sentido, el cartel de conciertos que ofrecía ayer el amplio Auditori Rockdelux era muy indicativo: desde la dupla formada por el octogenario músico vanguardista Terry Riley y su hijo Gyan hasta Apparat (es decir, Sascha Ring) pasando por The Necks. Estos últimos son también leyenda dentro del ámbito del minimalismo y del jazz de vanguardia. La presencia del trío australiano, peinando asentadas canas, atrajo a un número apreciable de aficionados, que no quiso perderse la lección de unos maestros en pasarse las convenciones del jazz ortodoxo por el forro ofreciendo una música tan hermosa como radicalmente libre.
El contrapeso lo ofrecieron en la otra punta del gigantesco recinto el insólito trío femenino The Mani-las, que esconde detrás de ese nombre un divertido combo integrado por Maika Makovski, Olaia Bloom y Mariana Pérez. Convenientemente ataviadas, peinadas y maquilladas, las chicas ofrecieron desinhibida sesión de ritmo en clave punk-garajero (Carry, Wake up, etcétera), que no pretende mucho más allá que pasarlo bien con temas de melodía contagiosa e interpretadas de forma tan eficaz como sencilla.
En otro orden de cosas, Stephen Malkmus propuso a su manera un regreso a los tiempos de Pavement, para muchos banda referencial del rock de los noventa. Ayer se le vio en buen estado de forma físico y musicalmente en buena onda, acompañado por un trío (The Jicks). Aunque algunas de sus composiciones flaquean por lo endeble de sus melodías, en general ofreció solvente y musculoso concierto de guitarra, que arrancó con Something holy, y que ya en el segundo corte, Nostalgia, mostró algunos de sus poderes guitarreros, con eficaz empleo del wah-wah, filtros sintéticos y excelente y nítido sonido. Su voz, dulce y sugerente, en ocasiones casaba de aquella manera.
La francesa Christine & The Queens exhibió espectacular y eficaz puesta en escena
Sirvió de contrapeso el siempre reconfortante encuentro con Mac de Marco, que como él mismo recordó ya es la cuarta vez que se deja ver en el festival. Ataviado en plan turista guiri que viene a ciudad playera –como también recordó– el músico y cantante canadiense no defraudó un ápice al incondicional, desgranando algún corte de su reciente álbum Here comes the cowboy, que funcionó de fábula. Melodías enganchosas interpretadas con reducido y eficaz combo de multiinstrumentistas, que intercalaba con breves comentarios que una vez más nos hizo ver que Mac es uno de los nuestros.
Como brillante contrapeso a todo lo anterior, una posibilidad fue la de zambullirse en el concierto-show de Christine & The Queens, una de los símbolos de esta edición del Primavera, una intérprete de seductora ambigüedad y con un relato musical y escénico que levanta enormes adhesiones. Anoche no fue una excepción, y Héloïse Letissier, ofreció contagioso espectáculo bailable –pop sintético y arropada por cuatro bailarines– desde las iniciales Comme si y Girl friend.
La jornada inaugural de la serie de grandes actuaciones del festival se cerró con los conciertos de Interpol, Erykah Badu, Nas o Charli XCX.