Silent Hill es uno de los videojuegos de terror más aclamados de todos los tiempos y su popularidad sigue estando al alza entre los jugadores. Tanto, que existe una corriente de speedrunners al respecto. Se trata de jugadores que tienen la misión de pasarse un videojuego en el menor tiempo posible.
En el caso de Punchy, el protagonista de esta historia, lo ha hecho en solo 4 horas y con dos hándicaps muy a tener en cuenta; ha jugado en el nivel más difícil de todos y ha controlado el juego a través de una alfombra de baile. Una herramienta que se hizo de lo más popular con el Just Dance pero que tiene poca o nula relación con los videojuegos de miedo.
Un reto de dificultad extrema
Especialista. Punchy ya se había descubierto como un experto del Silent Hill ante sus seguidores en Twitch pasándose el juego en directo batiendo récords de velocidad. Sin embargo, en esta ocasión no precisó ni de un mando ni de un teclado de ordenador.
La alfombra. Un paso esencial en este reto era saber a qué órdenes debían responde cada botón de la alfombra y cuál era la mejor combinación para la fluidez de movimiento. Desde moverse, enfocar a sus rivales, hasta los disparos. Una forma de jugar que le añade más épica y dificultad a este famoso survival.
Inicio duro. Para apuntar y disparar eligió las dos esquinas opuestas de la alfombra bajo los botones de la cruz y el cuadrado. Una opción que le permitía tener una postura más o menos cómoda para poder pasar a la acción rápidamente. No obstante, Punchy reconoció que le costó adaptarse a esta nueva forma de jugar: “Fue horrible con esa configuración. Mis caderas están llorando”.
Victoria final. El protagonista insistió en su dolor de caderas en Twitter cuando anunció que se había pasado el juego después de poco más de 4 horas: “No me lo volváis a pedir nunca jamás”, decía a sus seguidores.
Cerca de 3.000 personas vieron en directo la hazaña de Punchy en una retransmisión de Twitch que duró 4 horas y 35 minutos.