El cerebro humano es una máquina fascinante capaz de almacenar una cantidad ingente de información a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, no todos los eventos que experimentamos se graban de manera permanente en nuestra memoria.
La Dra. Rachel Barr, neurocientífica reconocida, ha explicado en un vídeo viral de TikTok cómo el cerebro selecciona cuidadosamente qué recuerdos conservar y cuáles descartar, priorizando aquellos que son más relevantes para nuestra supervivencia y bienestar.
El cerebro: un sistema altamente eficiente
Según Barr, aunque el cerebro tiene la capacidad anatómica de almacenar cada detalle de nuestra vida, su funcionamiento está diseñado para ser extremadamente eficiente desde el punto de vista energético. Esto significa que selecciona de manera estratégica qué información conservar a largo plazo, centrándose en aquello que es más útil para la toma de decisiones y la adaptación al entorno.
“La memoria no es un registro completo de nuestra vida. Es un sistema diseñado para ayudarnos a sobrevivir y navegar en el mundo”, explica la Dra. Barr. Esta capacidad para priorizar información clave es lo que permite al cerebro manejar de manera eficaz el gran volumen de estímulos al que estamos expuestos a diario.
Los cuatro factores clave que determinan qué recordamos
1. Novedad. Los eventos inusuales o desconocidos tienen mayores probabilidades de ser almacenados. “Desde un punto de vista evolutivo, prestar atención a lo nuevo era esencial, ya fuera una fuente de alimento o un depredador”, comenta la neurocientífica. Por ello, las experiencias únicas, como un viaje a un lugar exótico, tienden a quedarse grabadas con mayor claridad.
2. Emoción. Los recuerdos que generan una fuerte carga emocional suelen ser priorizados por el cerebro. Desde el primer beso hasta un accidente automovilístico, las emociones intensas actúan como un marcador para que el cerebro considere esa experiencia importante. Según Barr, esta es también la razón por la que la desinformación o las noticias falsas tienen tanto impacto: están diseñadas para generar una fuerte respuesta emocional.
3. Repetición. La repetición es una herramienta eficaz para fijar información en la memoria. “Si repites algo varias veces, eventualmente tu cerebro dirá: ‘Está bien, lo recordaré’”, explica Barr. Este principio es fundamental en el aprendizaje, como cuando memorizamos números de teléfono o letras de canciones tras escucharlas reiteradamente.
4. Asociación. El cerebro organiza la información vinculándola con conocimientos previos. “Es como tener ganchos en el cerebro a los que puedes colgar nueva información”, detalla la experta. Este mecanismo facilita la recuperación de los recuerdos más tarde, especialmente cuando están relacionados con conceptos ya conocidos.
Una memoria diseñada para el presente y el futuro. Lejos de ser un archivo estático, la memoria es un sistema dinámico que reconstruye recuerdos cada vez que los traemos a la mente. Según la Dra. Barr, este proceso puede verse influido por factores como el contexto, nuestras emociones actuales y el tiempo transcurrido desde el evento. Además, este mecanismo permite al cerebro optimizar su uso de recursos, centrando su capacidad en lo que realmente importa.
Cómo optimizar nuestra memoria
- Prestar atención activa: Evitar distracciones para que el cerebro pueda procesar la información de manera eficiente.
- Utilizar la repetición estratégica: Reforzar los datos importantes con repasos periódicos.
- Crear asociaciones: Relacionar conceptos nuevos con ideas ya conocidas.
- Gestionar las emociones: Fomentar experiencias positivas que refuercen la memoria.
Vía @drrachelbarr