Loading...

Pagan 12.000 dólares por “sangre joven” y la promesa de rejuvenecer

En Estados Unidos

No hay ningún tipo de evidencia científica que asegure que lo que hacen desde Ambrosia sea positivo para la salud, pero la gente paga hasta 12.000 dólares por el procedimiento

Los pacientes han llegado a pagar hasta 12.000 dólares por una de estas transfusiones

Wikimedia Commons/ICSident

En 2017 se empezó a hablar de Ambrosia, una startup estadounidense que hacía una llamativa promesa a sus clientes: devolverles la juventud a través de una serie de transfusiones de sangre de personas jóvenes. El precio de dichos procedimientos va desde los 8.000 hasta los 12.000 dólares. Cuando se fundó Ambrosia, sus responsables aseguraron que sus procedimientos podían “contrarrestar el envejecimiento rejuveneciendo los órganos”.

Pese a que a día de hoy no hay ninguna prueba que certifique que los “tratamientos” de Ambrosia son efectivos, hay personas que pagan por sus servicios. Poco después de su aparición, la startup empezó a operar en varias ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles, San Francisco, tampa, Omaha y Houston. Detrás de Ambrosia está Jesse Karmazin, quien estudió medicina pero no tiene licencia para practicarla ni en Estados Unidos ni en ningún otro país.

En febrero del año pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), mostró su preocupación por las prácticas de Ambrosia y advirtió a los ciudadanos de que estas no estaban aprobadas y que no había ninguna evidencia de que funcionasen. “No existe un beneficio clínico comprobado de la infusión de plasma de donantes jóvenes para curar, mitigar, tratar o prevenir estas condiciones, y existen riesgos asociados con el uso de cualquier producto de plasma”, podía leerse en la advertencia emitida por la FDA.

Tras la advertencia de la FDA, Ambrosia dejó de operar durante un tiempo. Incluso cambiaron el nombre a Ivy plasma. Pero el parón no duró demasiado y ahora vuelven a tratar a pacientes. “A la gente realmente les gustaba el nombre y la marca de Ambrosia, así que vamos seguir adelante. La respuesta que hemos recibido de la gente es que sigamos haciendo nuestro trabajo”, explicó recientemente Karmazin a OneZero.

Cuando Ambrosia empezó a operar, hicieron un ensayo clínico con 81 pacientes. Y aunque la compañía ha afirmado en más de una ocasión que los resultados fueron prometedores, en ningún momento los hicieron públicos. Los pacientes que se someten a sus procedimientos firman una cláusula de confidencialidad que les impide hablar de ello.