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¿Es sexista subir el aire acondicionado en la oficina?

Vida

Así de tajantes se muestras miles de mujeres norteamericanas, que llevan denunciando que se mueren de frío en el trabajo

Si trabajas en una oficina, probablemente temas el momento en el que comienza a hacer buen tiempo, porque se desata la guerra de todas las guerras. No, no es una lucha por salir antes o entrar más tarde, ni tampoco porque el tiempo libre para comer es insuficiente (no lo es, de hecho, pecaríamos de tener demasiado en algunos casos), o porque trabajas más que tu compañero de al lado, que lleva como dos horas en una interminable conversación de Whatsapp. No, la guerra de toda oficina tiene un protagonista indiscutible: el aire acondicionado.

Aunque por suerte para muchos cada vez existen más centros de trabajo en los que la climatización está centralizada, la temperatura de una habitación, sobre todo si es un espacio amplio como lo puede ser una oficina, puede ser origen de polémica, y también el inicio de temibles enemistades entre compañeros de trabajo. Porque en toda oficina están los que parece que viven en un verano permanente y se asan al mínimo rayo de sol, y a los que prácticamente les caen estalactitas de la nariz en cuando caen un poco las temperaturas. Unos lo llevan mejor que otros, y aunque nadie diga nada, existen esos dos bandos diferenciados, que intentarán hacerse con el control de la temperatura caiga quien caiga.

Los más frioleros lo pasan mal en invierno, pero también en verano, cuando los que tienen la suerte de tener una mayor temperatura corporal se hacen con el control. Sin embargo, este acto tan simple ha sido calificado de machista, y todo porque da la casualidad de que la mayoría de los frioleros suelen ser mujeres, y el hecho de que los calurosos (en su mayoría, hombres) tengan el control de las temperaturas supondría un acto de discriminación. Antes de que os llevéis las manos a la cabeza hemos de añadir que esto no es algo que nos hayamos inventado nosotros, sino que tiene un y es una situación que ha llegado a las altas esferas políticas de los Estados Unidos. Según un estudio, las temperaturas de las oficinas suelen estar determinadas para las necesidades de los hombres, a pesar que está demostrado que, biológicamente, las mujeres necesitan por lo menos tres grados más de media. La temperatura corporal normal suele estar entre los 36,6 y los 37ºC, pero hay multitud de factores que influyen en que esto sea así, entre ellos el género y en el caso de las mujeres, la fase en la que se encuentren en su ciclo menstrual, tener una tasa metabólica más baja que los hombres o cómo gestionan su sudoración.

Por ello, en el país se ha originado un peculiar debate, con miles de mujeres pidiendo que se regularicen las temperaturas de las oficinas. La última en sumarse a la petición fue la candidata a gobernadora de Nueva York, Cynthia Nixon (a la que todos conocemos por ser protagonista de la eterna Sexo en Nueva York), que hizo su petición en voz alta en un debate celebrado en el canal CBS: fijar las temperaturas en unos 24ºC para evitar una refrigeración sexista de los espacios de trabajo.

La denuncia de Nixon ha hecho que miles de mujeres alrededor del mundo comiencen a quejarse acerca del problema, y comienzan a pedir lo mismo a través de las redes sociales. Porque puede ser verano y todo eso, pero hay muchos que pasan mucho frío y al salir a la calle, hacen que pueda empeorar su salud. Porque claro, lo que quizá no sabías es que el culpable de casi una cuarta parte de los resfriados que se dan en verano es el aire acondicionado y el consecuente frío que hace en la oficina, o al menos es lo que dicen desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Y eso, sin contar la cantidad de patologías que podemos contraer por culpa de las bacterias y los hongos que se generan en filtros de limpieza.

Parece una tontería, pero hasta los expertos aconsejan llegar a un acuerdo para evitarlo. Según declaraba la neumóloga Olaia Bronte, miembro del Área EROM (Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental) de SEPAR al diario La Vanguardia, lo mejor sería llegar a un consenso y mantener la temperatura entre 22 y 24 grados, además de intentar mantenernos hidratados en todo momento para combatir la sequedad del aire acondicionado.

Fuente(s): / La Vanguardia.