El irreverente Willy Toledo ha llegado al juzgado de lo Penal número 26 de Madrid para sentarse en el banquillo como acusado de un delito contra la libertad de conciencia y de ofensa a los sentimientos religiosos y otro de obstrucción a la justicia. El intérprete, antes de entrar a la sala, ha seguido reiterando todo aquello que lo ha llevado al juzgado: “Voy a seguir diciendo todo lo que me salga de las orejas”. Además, ha insistido en que a él le ofenden muchas cosas pero no va denunciando a mansalva.
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