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7 razones por las que no deberías de tirar las cáscaras de fruta a la basura

Cultura

Si las tiras, te estás perdiendo un montón de beneficios para tu salud

Nos comemos la fruta, y de las primeras cosas que hace la mayoría es deshacerse de la piel o la cáscara. Pocos son los que se comen la fruta tal cual (bien lavada, por supuesto), pero solo ellos disfrutan de los beneficios que aportan en toda su plenitud. Las frutas, en su totalidad, son muy ricas en vitaminas (A, B y C, principalmente) y minerales (entre otros, potasio y magnesio, fundamentales para la salud), además de aportar una gran cantidad de antioxidantes, fibra y ser muy hidratantes. Con todas estas propiedades, cualquiera tiraría parte de ellas a la basura, ¿verdad? Sobre todo, teniendo en cuenta que todas las frutas tienen cáscaras comestibles, aunque en algunos casos pueda parecer imposible, como son las naranjas, el plátano o el aguacate (sí, sorpresa, es una fruta).

Las cáscaras forman parte de las frutas, pero además tienen multitud de beneficios y utilidades por sí mismas, una vez lavadas a conciencia para evitar al máximo los niveles de pesticidas:

1. Son inesperadas aliadas de la digestión

La cáscara de las naranjas estaría probablemente en los últimos puestos de cosas que te llevarías a la boca, por su textura, su dureza y sabor muy amargo. Sin embargo, si tienes problemas de digestión quizá te interesará que las cascaras de naranja aportan más fitonutrientes y flavonoides que la propia pulpa de la naranja, siendo un aliado perfecto para nuestra digestión, por sus componentes anti-inflamatorios. Si sufres de problemas gastrointestinales, verás cómo se alivian tus síntomas. Además, reducen los niveles de colesterol y mejoran los síntomas de aquellos con problemas respiratorios. Casi nada.

2. Aliadas contra la obesidad

Te comes un trozo de sandía, y casi de manera automática, tiras las partes verdes a la basura. Quizá quieras pensártelo dos veces la próxima vez, porque esas partes que solemos desechar son demasiado útiles como para ser cierto. En herbolarios aconsejan que las guardemos, para deshidratarlas y comérnoslas, porque son unos potentes aliados contra la obesidad y contribuye a que tengamos una buena digestión si se toman como infusión. No solo eso, porque también sirven como hidratante para la piel ( te cuentan cómo hacerlo)

3. Contribuye a reducir los niveles de azúcar en sangre

Sabemos que el cuerpo necesita insulina para que la glucosa que tenemos en la sangre sea capaz de entrar en las células de nuestro cuerpo y ser convertida y utilizada como fuente de energía (imprescindible para que podamos funcionar como es debido), pero en algunos casos, la glucosa se acumula en la sangre, provocando graves enfermedades como la diabetes o la hipoglucemia. Eso, sin contar que un exceso de azúcar puede provocar otro tipo de trastornos, como son la ansiedad, migrañas, fatiga crónica, osteoporosis y obesidad, entre otros. Hay que tener mucho cuidado, pero la piel de alimentos como el tomate verde, arándanos, ciruelas, manzanas o peras ayudarían a controlar y reducir los niveles de azúcar en sangre. La fruta, ¡con piel!

4. Utiliza la piel de plátano para tus problemas de piel

No solo cuentan con multitud de propiedades antioxidantes, vitaminas y minerales, sino que son unos aliados perfectos para aquellos que sufren problemas de piel. Por ejemplo, con las cáscaras del plátano podemos ayudar a cicatrizar heridas gracias a sus propiedades regenerativas, son aliados de la lucha contra el acné, y son perfectos para neutralizar verrugas y arrugas en la piel, sobre todo en los casos de aparición temprana. Ah, y por si fuese poco, frotarlo en nuestro dientes a menudo ayuda a blanquearlos.

5. Ayudan a proteger tu sistema nervioso

Esa es tarea de los aguacates, cuya piel tiene casi el doble de contenido en antioxidantes que la carne del fruto, así que si pensabas que solo tendríamos que aprovechar lo de dentro, de eso nada; es toda una superfood. El consumo de piel de aguacate tiene diversos beneficios, entre los que destacan la prevención de la degeneración de nuestro sistema nervioso y neuronal, imprescindibles para la buena salud de nuestro cerebro y cuerpo en general. Además, su altísimo contenido en antioxidantes son un potente remedio en contra de los radicales libres, que dañan las células. Así, protegen a tu cuerpo de enfermedades muy graves de tipo cardiovascular, e incluso, algunos tipos de cáncer. Y por si te parecía poco, también ayuda en la lucha contra el colesterol y la pérdida de peso.

6. Son perfectas para luchar contra el insomnio

Aquellos con problemas de sueño, escuchad, bajad a mercado y haceros con reservas de cerezas, cuya piel contiene melatonina que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo y tiene funciones muy importantes, como regular nuestro sueño. En las cerezas podemos encontrar melatonina en cantidades muy superiores a otras frutas (unas cinco veces más que las moras o las fresas, famosas precisamente por esto) No solo eso, sino que también colaboran en la regulación de procesos celulares, contribuyen a reducir las migrañas, previenen el envejecimiento y controlan nuestras defensas.

7. Contribuyen a la pérdida de peso

Por lo visto, determinadas frutas podrían ayudar a aquellos que buscan perder peso. Comer la piel de ciruelas, manzanas o arándanos contribuirían a quemar grasas y ganar músculo. En el caso de las manzanas, hay que destacar que además de ayudar con la glucosa, son muy ricas en ácido ursólico, que ayuda a eliminar las grasas.

Fuente(s): Natursan / / Mejor con salud.