Puede que no te hayas dado cuenta en la película, pero el monstruo más terrorífico de "It" no es el payaso Pennywise
Cultura
Existen traumas mucho más horribles que ver a un payaso siniestro escondido en una alcantarilla
Creo que no quedan dudas de que ”It”, la nueva adaptación del éxito literario de uno de los maestros del género de terror, Stephen King, está rompiendo todo tipo de récords de taquilla y crítica. La película se estrenó la semana pasada, recaudando más de 100 millones de dólares en su primer fin de semana. Stephen King ha manifestado en multitud de ocasiones que es la película más fiel a la obra original, y no ha dudado en mostrar su apoyo al director Andy Muschietti en todo momento.
La película es una nueva versión de una historia que ya hemos visto anteriormente, pero quizá precisamente por eso ha causado tal expectación. Las imágenes de pesadilla y los sustos aterrorizaron a toda una generación, y desde luego pretende hacer lo mismo casi tres décadas después. Entre todas esas horribles imágenes destaca un personaje, el enigmático It, también conocido como “tu peor pesadilla”, porque el demonio puede transformarse en lo que le de la gana, aunque tiende a disfrazarse de aquello que más miedo te de. Su forma como el payaso Pennywise es quizá la más horrible de todas. Tanto, que ha hecho que millones de personas tengan miedo a los payasos a día de hoy. En palabras del propio Stephen King, “lo que más miedo da de Pennywise es que es un depredador de los miedos más profundos que tienen los niños, transformándose en esos monstruos por los que los niños sienten auténtico terror”.
Pero, ¿es Pennywise realmente el personaje más aterrador de la película? Si lo piensas, a lo mejor no. Existe algo que da más miedo aún, y son los padres de los niños en la saga. Sí, el “Club de los Perdedores” tiene al enemigo en casa.
(Aviso: a partir de aquí podría haber algún que otro spoiler de la película, pero principalmente nos referimos a la obra literaria original)
Solo hay que pasarse por casa de los Benbrough para ver un ejemplo. Bill Benbrough es totalmente abandonado por sus padres después de la muerte de su hermano pequeño. Ese abandono infantil repercute a todos los niveles en el niño, tal y como podemos ver en Bill. Sin embargo, el que se lleva la peor parte es Eddie Kaspbrak con su madre, que se convierte en la figura más monstruosa de la historia.
La señora Kaspbrak no será la única que abusa de su hijo, pero su comportamiento sí es el que te hará sentir más incómodo (y no vamos a entrar en el asunto del racismo). El pobre Eddie, frágil como es de por sí (razones varias), solo puede confiar en su madre, y lo hace hasta tal punto que (casi) le hace padecer el síndrome de Münchausen (un trastorno mental en el que el paciente se “crea” dolencias para poder asumir el papel de enfermo), que luego queda reflejado en su vida de adulto. Que tu propia madre te trate así es un trauma mucho peor que cualquier payaso que aparezca por la esquina; y mucho peor es que lo arrastres de tal manera que la mujer con la que te casas sea prácticamente un clon de tu madre. Ese maltrato psicológico, tratado desde el inicio como algo “normal”, no deja que la víctima no vea más allá.
Pero Eddie no es el único. Beverly Marsh es otra que vive una situación horrible en su propia casa, y es que Beverly es víctima de abusos sexuales y físicos por parte de su marido y su padre (implícito, pero no directo en la versión cinematográfica). Esto cobra especial relevancia con cierta escena con contenido sexual que se incluye en el libro original de King y que se ha edulcorado en su versión cinematográfica, algo polémica, que ha conseguido eclipsar cualquier demonio o mal que les rodee. “El Club de los Perdedores” se monta una pequeña orgía sexual en la que todos los niños pierden su virginidad con Beverly, como método para “estar conectados” unos con otros para siempre. King narró los sentimientos de cada uno de los niños a través de las páginas, creando bastante incomodidad entre sus fans, teniendo en cuenta que los niños tienen 12 y 14 años. Tanto, que el propio King ha tenido que decir qué piensa al respecto.
“El libro lidia con la infancia y la adultez. Los adultos no recuerdan su infancia. Ninguno de nosotros recuerda qué hizo de niños -creemos que lo recordamos, pero no como sucedió realmente”, dijo el autor en su pagina web hace unos años, “por intuición, el grupo sabía que tenían que estar juntos otra vez. El acto sexual es esa conexión entre una época y otra”. Tras el estreno de la película y la vuelta del interés por la obra original, King volvió a incidir en el tema: “Me fascina que haya habido tantos comentarios por una sola escena con sexo, y tan pocos acerca del asesinato múltiple de niños. Eso tiene que significar algo, pero no sé exactamente qué”.
La película es una historia de crecimiento personal, de unos niños que pierden su inocencia y de cómo el poder de la amistad puede acabar con cualquier cosa que se ponga por delante. Al menos, en teoría, porque si te pones a pensar, puede que sus mayores miedos les acompañen para siempre, y sea más terrorífico que cualquier otra cosa.
Se ha confirmado que habrá secuela, y son muchos los que quieren saber qué es lo que va a suceder. Para ellos, Stephen King tiene un sabio consejo: leed el libro.