Delicia, la niña de cinco años de Burundi operada de una malformación en Madrid, recibe el alta
Operada con éxito
La pequeña tuvo que ser intervenida debido a que su malformación ponía en peligro su vida
Delicia, la niña de cinco años de Burundi operada de una malformación en Madrid, recibe el alta
Buenas noticias para Delicia, la pequeña de cinco años de Burundi, que tuvo que ser trasladada a nuestro país para someterse a una complicada operación por la grave malformación congénita con la que nació entre los ojos y que le podría haber costado la vida.
La intervención se llevó a cabo el pasado 21 de septiembre en el Hospital Ruber Internacional de Madrid y tras diez días ingresada, la pequeña recibió el alta este pasado miércoles, 2 de octubre, tras una intervención exitosa que le permitirá tener apariencia normal y una buena calidad de vida.
Delicia forma parte de la etnia Batwa, un pueblo extremadamente pobre y marginado de Burundi, un pequeño estado de África Oriental. La pequeña nació con un grave defecto congénito craneoencefálico que le afectaba no solo a su apariencia, también a su vista. Gracias a la Fundación Kyrikú, que se encarga de mejorar la calidad de vida de las personas en situación de extrema vulnerabilidad en dicho país y que detectó su casa en una campaña médica, la pequeña pudo ser trasladada a nuestro país para someterse a una intervención y volver a tener así esperanza de vida.
''El caso de Delicia era especialmente grave, ya que, a pesar de llevar una vida relativamente normal en su entorno, tenía una condición en la que parte de su cerebro se salía del cráneo, lo que la ponía en constante riesgo de muerte'', explicaba Patricia Sendagorta, patrona de la Fundación Kyrukú y coordinadora del proyecto de Delicia a la Agencia EFE.
Dicha malformación congénita recibe el nombre de encefalocele y se produce durante la fase embrionaria y fetal. ''En el caso de Delicia el problema era que el encefalocele estaba localizado en la base del lóbulo frontal y lo que hacía su cerebro al salir era comprimir y separar las dos órbitas, con lo que tenía un defecto facial importante y problemas para coordinar la visión'', señalaba el neurocirujano Francisco González-Llanos.
La cirugía en el hospital madrileño ha sido todo un éxito y la pequeña no tendrá secuelas neurológicas más allá de la pérdida del sentido del olfato. Su visión se ha corregido y se espera un buen resultado funcional y estético. Delicia volverá a su país en quince o treinta días y mientras tanto estará en la capital al cuidado de una familia voluntaria.