Si el rugby ya es de por sí uno de los deportes de mayor contacto, su versión paralímpica no se queda atrás, y es uno de los más espectaculares, pero también a la vez violento, de los que forman parte de los Juegos Paralímpicos de París 2024.
De hecho, el rugby sobre ruedas, o 'murderball' como es conocido, es uno de los deportes paralímpicos que llegan en pleno auge a los Juegos de París 2024 y que mayor impresión y viralidad ha protagonizado desde que estos comenzaran hace una semana.
Rugby en silla de ruedas
Nació en 1976 en Winnipeg, Canadá
Esta modalidad de rugby nació en 1976 en Canadá, obra de la espontaneidad de un grupo de amigos tetrapléjicos que con un balón de voleibol se pusieron como misión intentar encestarlo en una papelera.
Si bien al principio caía mucho al suelo el balón y no conseguían divertirse, cambiaron las reglas del juego para que fuera un jugador el que tenía que cruzar una línea con la pelota en una mano, lo que se acabaría convirtiendo en un deporte paralímpico.
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Este grupo de Winnipeg, Canadá, sería el encargado de dar a conocer por el país esta nueva disciplina deportiva, que poco a poco fue traspasando la frontera a Estados Unidos y en 1981 llegó al continente europeo y a Australia, hasta que en 1995 se disputó su primer Mundial y en 1996 debutó en los Juegos Paralímpicos como evento de exhibición.
En Sidney 2000 tuvo lugar su debut oficial y ha participado en todos los Juegos Paralímpicos hasta la fecha, incluido esta edición de París 2024 en la que llega en su mayor popularidad, gracias, en parte, a su gran alto nivel de contacto.
Si bien este ha ido disminuyendo, con la introducción de normas para la mayor seguridad a la vez que crecía en profesionalidad, el uso de las sillas para bloquear al contrario y sujetar a oponentes para evitar cruzar la línea da como resultado el choque y caída de muchos de ellos.
Murderball o rugby en silla de ruedas
¿Cómo se juega?
En el 'murderball' o rugby en silla de ruedas, gana el equipo que consigue más ensayos, que se logra cuando un jugador pasa la línea. Los grupos están formados por cuatro miembros, que pueden ser de ambos sexos, que juegan a cuatro cuartos de ocho minutos cada uno.
Es importante la norma de que un jugador tiene la posesión de balón durante 10 segundos en los que puede rebotar o pasar y 12 para llegar a la otra mitad de la cancha, así como tiene 40 para poder anotar.