El mercado de la energía vuelve a tensionarse: los impuestos y los cargos suben y las disputas geopolíticas calientan las cotizaciones de la materia prima. Ante este escenario incierto, que no llega al shock vivido en 2022 pero que puede llegar a complicar el fin de mes de muchos consumidores, es muy importante revisar con qué empresa tenemos contratados nuestros suministros de luz y de gas y cambiarnos si notamos que otra oferta sale a cuenta. Hay que tener siempre presente que cambiarse de comercializadora energética es un proceso realmente sencillo, que no implica cortes de suministro y que la mayoría de las veces se cumplimenta en cuestión de días sin ningún tipo de coste adicional.
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Las mejores ofertas de luz y gas
Ante este escenario, hay múltiples opciones baratas en el mercado con el que obtener uno de los mejores precios del kWh del momento y empezar a pagar menos. Te las contamos a continuación. Eso sí, para que calcules bien el porcentaje de ahorro a disfrutar, ten en cuenta que la factura energética está conformada, a grandes rasgos, por dos conceptos: uno fijo (que no depende de tu consumo) y otro variable (cuyo importe sube no solo por el precio de tus suministros, sino también por lo que consumas). En los siguientes apartados del artículo podrás comprobar qué cuesta cada uno de estos elementos en las mejores tarifas del momento, para que puedas tomar una decisión informada.
Las tarifas de luz más baratas con precio fijo
Las tarifas de luz de Octopus (53,30 euros al mes para un consumo promedio) y Plenitude (53,96 euros) son dos muy buenas opciones en la modalidad de precio fijo; es decir, el coste del kWh será el mismo independientemente de la hora del día (o del día de la semana) en el que se produzca el consumo, y también al margen de los vaivenes del mercado. Es una opción perfecta para ganar en tranquilidad y no preocuparse de más al hacer uso de los electrodomésticos más habituales.
Las tarifas de luz más baratas con discriminación horaria
Con las tarifas de discriminación horaria, contarás con un precio distinto según la hora y el día en la que se produzca el consumo: más caro en las horas punta (de 10 a 14 horas y de 18 a 22 horas de lunes a viernes) y más barato en las horas llano (de 8 a 10, de 14 a 18 y de 22 a 12 de la noche) y en las valle (de madrugada y todos los fines de semana y festivos). Si consumimos más en esos periodos o somos capaces de desplazar el uso de los electrodomésticos más intensos en energía (la lavadora, el horno, el aire acondicionado) a esos tramos, notaremos un ahorro aún más importante en nuestra factura mensual. En esta modalidad, destacamos las ofertas de Octopus, por solo 56,60 euros para un consumo promedio, y la de TotalEnergies (58,03 euros).
En el caso de Octopus, el precio del kWh en las horas valle es de solo 0,083 euros; por debajo de cualquier oferta de precio fijo. Por lo tanto, cuantos más consumos seas capaz de desplazar a esas horas y/o a los fines de semana, menos pagarás.
Las tarifas de gas más baratas
En el mercado libre del gas también podemos contratar multitud de opciones a un precio asequible. Las mejores ofertas de febrero de 2025 son las de TotalEnergies (36,95 euros al mes para un consumo promedio) y Repsol (37,94 euros al mes). Eso sí, ten en cuenta que se trata de la modalidad RL1, para consumos bajos, de menos de 5.000 kWh al año (generalmente sin calefacción).
Si tienes calefacción con gas natural, tienes que buscar las tarifas RL2, de consumos de 5.000 kWh a 10.000 kWh al año. En esta modalidad, las mejores ofertas pertenecen a Wekiwi (69,01 euros) y TotalEnergies (69,17 euros). Dependiendo de tu historial de consumo, la distribuidora te aplicará un tipo de tarifa u otra, así que tenlo en cuenta si quieres cambiar de comercializadora.
¿Qué tener en cuenta para conseguir una tarifa de luz barata?
Las tarifas de luz están conformadas por dos conceptos principales, al margen de cargas, peajes e impuestos. Por un lado, tienes la potencia, que es un cargo fijo al mes independientemente de tu consumo y que marca cuántos aparatos o electrodomésticos puedes poner a funcionar a la vez sin que salten los plomos. Cuanta más potencia contratada, más capacidad tendrás, pero tu recibo mensual será más alto. Lo recomendado y más que suficiente para un hogar medio es una potencia de 3,3 kW.
Por otro lado, cuentas con el término de consumo. Esta parte es más fácil de entender: es lo que cuantifica cuánta electricidad gastas. Cuanta más luz consumas, más pagarás en este apartado. Puedes contar con el mismo precio para todas las horas y todos los días (precio fijo), por un precio distinto por cada uno de los tres tramos horarios fijados (discriminación horaria), o con un precio distinto cada día según la evolución de mercado (tarifas indexadas).
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Ahorrar en la factura de luz
Por lo tanto, tienes que tener en cuenta todos estos elementos a la hora de contratar una buena tarifa de luz en función de tu rutina, tus necesidades y tus preferencias. ¿Quieres la tranquilidad de una factura de luz estable, que dependa solo de si gastas más o menos? Las tarifas de luz a precio fijo son para ti. ¿Tienes capacidad para desplazar tus consumos y gastar más en las horas más baratas, a mediodía, durante los fines de semana y de madrugada? La discriminación horaria es tu amiga. ¿Eres un consumidor informado y quieres aprovechar cuando el mercado eléctrico está a la baja? Hazte con una tarifa a precio indexado.
Por último, no debes fijarte solo en los cálculos mensuales para un consumo promedio: valora también los costes de la potencia y de la energía. Si, por ejemplo, buscas una tarifa para una segunda residencia, te interesa una oferta con la potencia lo más barata posible para pagar menos durante los meses en los que no se produce ningún consumo. Y si ves una oferta con el coste del kWh especialmente bajo, no te dejes llevar: puede que el término de potencia sea más caro y no te salga a cuenta a final de mes, sobre todo si tienes una casa grande y necesitas una potencia considerable.
Tres consejos para hacerte con la mejor tarifa de gas
La tarifa de gas también está conformada por un precio fijo, que pagarás siempre independientemente de lo que gastes, y un coste variable, con un precio fijo del kWh de gas consumido. Ten en cuenta que la distribuidora te aplicará las tarifas RL1, generalmente con un coste fijo más bajo y un coste variable más alto, si gastas menos de 5.000 kWh al año (es el caso, habitualmente, de los hogares sin calefacción a gas y que solo usan la instalación para la cocina y/o el agua caliente); y te aplicarán las tarifas RL2 (coste fijo más alto y coste variable más asequible) si tu consumo anual es mayor a los 5.000 kWh anuales.
Por lo tanto, para hacerte con la mejor tarifa de gas tienes que tener en cuenta que:
- Si tu gasto de gas suele ser bajo, quizá te merezca la pena pagar un poco más por el kWh de consumo a cambio de un término fijo más bajo, y al revés.
- Mucho cuidado con los añadidos. Muchas comercializadoras incluyen extras como condición para bajar el coste del kWh, como servicios de mantenimiento o la obligación de contratar la luz con ellas, así que tendrás que barajar bien si necesitas esas coberturas y sacar la calculadora.
- Vigila la permanencia. Aunque cada vez es menos habitual, hay compañías que siguen aplicando una penalización si te marchas antes de un periodo determinado. Lee siempre con detenimiento la letra pequeña.
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Ahorrar en luz y gas
Cómo ahorrar en luz y gas
Para ahorrar en tus consumos energéticos, puedes llevar a cabo una serie de medidas con apenas coste o quebraderos de cabeza y empezar a pagar unos cuantos euros menos en tus facturas mensuales:
- Gasta con cabeza. No es necesario poner el aire acondicionado a 20 grados en verano y la calefacción a 28 grados en invierno, ni dejar encendidos todos los aparatos de la casa por defecto, ni mantener funcionando el termo eléctrico las 24 horas por si te apetece una ducha a cualquier hora… ¡moderación!
- Vigila los ‘escapes térmicos’. Muchas de las necesidades energéticas de nuestro hogar tienen que ver con que se nos escapa el aire frío en verano y el aire caliente en invierno. No todo el mundo puede meterse en una reforma para mejorar el aislamiento, pero a veces simplemente tapando las rendijas de puertas y ventanas podemos notar un gran cambio.
- Usa bien los radiadores. Nunca obstaculices los radiadores poniendo muebles demasiado cerca, o ropa encima para que se seque: los aparatos necesitan espacio suficiente para funcionar de manera eficiente. Antes de que llegue el frío, recuerda expulsar el aire que se ha acumulado dentro de ellos, lo que comúnmente se conoce como ‘purgarlos’.
- Cuida tus electrodomésticos y cámbialos si son demasiado antiguos. Lo que más consume es, habitualmente, lo viejo, porque la tecnología ha evolucionado para ser más eficiente y más segura. Un buen mantenimiento del frigorífico, en especial, es esencial, porque está encendido todo el día; si el congelador genera escarcha, retirarla hará que consuma un 30% menos.
- Infórmate y compara. No tienes por qué quedarte con tu comercializadora actual si ves una oferta mejor, y cambiarse es un proceso mucho más sencillo de lo que parece, sin riesgo de cortes de suministro. Puedes ahorrar hasta un 22% al año, más de 145 euros al año, que es la diferencia entre la tarifa de luz más barata y la más cara de entre las analizadas por Kelisto; la cifra asciende al 30% (169 euros al año) en el caso del gas.