Barcelona

11/12/2021 07:00 Actualizado a 13/12/2021 11:07

Apenas siete taburetes frente a la barra, dos más de cara a la pared a la entrada del local y una amplia cocina vista al fondo, de donde van saliendo los encargos. Es lo que hay en Tamae (Casanova, 262), el pequeño establecimiento de cocina asiática pensada para take away y delivery que destacábamos en un reportaje de finales de octubre como una de las novedades de la temporada, cuando estaban a punto de abrir.

En aquel momento los socios Eugeni de Diego y Albert Raurich aparecían juntos en una foto tras la que asomaba la barra del nuevo local. Ambos manifestaban las ganas de ofrecer una de las mejores propuestas de cocina asiática para llevar de la ciudad. Conociéndoles, una no dudaba de sus posibilidades. El bar, coincidían, era testimonial, para pocos comensales que podrían comer in situ lo que se prepara en la cocina o en la misma barra.

Panko age de merluza del norte con mahonesa de curry
Alex Froloff

Transcurrido apenas un mes de un arranque que acabó demorándose unos días, los taburetes rojos de Tamae están entre los asientos más codiciados por los aficionados a las buenas barras. Cuenta Kiko Castellano, quien se ha trasladado desde el vecino y exitoso A Pluma de la calle Santaló (el primero que abrió de Diego) para estar al frente de Tamae, que tienen reservas hasta el mes de junio. Detrás de la barra cocinan la colombiana Luisa Jaramillo y Robert Gaya.

Cuestionamos el hecho de que presenten las elaboraciones con el mismo packaging (todo lo reciclable que quieran) con el que envían a casa y que en Tamae el cliente destapa para servirse en el plato. Nos hablan del nulo impacto medioambiental de esos envases y de poner énfasis en que la oferta sigue siendo la de un take away aunque el cliente pueda disfrutarlo en el propio local y elaborado al momento delante suyo.

Las elaboraciones salen con el packaging que usan en el delivery para que el propio comensal se las sirva en el plato

Nos convenza o no ese packaging (que no mucho para la barra), lo cierto es que las elaboraciones son exquisitas: es, creemos, una de las barras más interesantes de Barcelona y una magnífica opción para disfrutar en casa, adonde todo llega impecable. Probamos formatos de sushi singulares, como el hako sushi que se prepara en unas cajitas, fiel a una remota tradición nipona para que las piezas pudieran viajar. El de vieira es sabroso y delicado, como el variado de niguiri. Y hay bocados tan golosos como el bao de costilla de cerdo agridulce, o el panko age de merluza, con el pescado macerado con sal y un fino rebozado, delicioso, el tartar bowl de solomillo de ternera, tierno y jugoso, o la exitosa japoburguer, creación de Albert Raurich para su Dos Palillos que nunca falla. No se lo pierdan...