La maldición de Bruce Lee, ¿mito o realidad?
Este viernes se cumplen 75 años del nacimiento de la leyenda de las artes marciales, que murió en extrañas circunstancias
Bruce Lee hubiese cumplido este viernes 75 años. Mucho se ha escrito sobre esta leyenda de las artes marciales que abrió el Kung-Fu al mundo occidental cuando en China estaba mal visto enseñar este arte milenario a los extranjeros. Su repentina muerte a los 32 años aún continúa envuelta por la controversia y las teorías conspirativas, así como el de la presunta maldición que persigue a los varones de su familia. Su carrera fue meteórica y su leyenda permanece intacta a día de hoy. Por muchos imitadores que hayan querido emularle, nadie ha podido superar su destreza, ni mucho menos igualar su arte.
Su historia comienza un 27 de noviembre de 1940 (el año chino del Dragón) en un hospital de San Francisco, ciudad en la que su padre, que era actor, estaba de gira con la troupe de la Opera China Cantonesa. La madre, Grace Ho, de ascendencia chino-alemana, era una mujer católica y muy supersticiosa que decidió darle a su tercer hijo el nombre de Lee Jun Fan (que significa Protector de San Francisco) pero acabaron llamándole Pequeño Fénix, un nombre femenino en chino. Esta decisión se debe al temor que tenían sus padres de que existiera una maldición sobre los hijos varones de la familia. Y es que, según cuenta la leyenda, el padre de Bruce Lee fue maldecido y durante tres generaciones todos los primeros varones de su descendencia directa estaban predestinados a morir jóvenes. De hecho, el hijo primogénito de la pareja ya murió siendo un niño. El nombre de Bruce se lo puso finalmente una enfermera del hospital para evitar problemas con su certificado de nacimiento americano.
Debut prematuro en el cine
Su infancia y adolescencia transcurrió en Hong Kong, donde Bruce empezó a entablar contacto con el cine y con apenas dos meses debutó en un filme titulado Lágrimas de San Francisco. Sin embargo, no fue hasta los seis años cuando entró en el mundo del celuloide de manera profesional con Birth of Mankind (El nacimiento de la humanidad), un melodrama de los que estaban de moda en aquella época y en el que dejó patente su carisma y personalidad.
Bruce era un niño muy inquieto y muy expresivo (en algunas escenas ya mostraba su gesto característico de tocarse la nariz con los dedos). Posteriormente rodó otras trece películas con su nombre artístico, Li Shiu Loong (Pequeño Dragón), que le orientarían al estrellato. Ya de adolescente se metió en numerosos altercados y sus peleas callejeras le acarrearon muchos quebraderos de cabeza a su familia. Uno de sus rituales cotidianos era enfrentarse a otras bandas con armas y cadenas. El deseo de aprender defensa personal le empujó a comenzar a practicar Wing Chun Kung Fu, un estilo que luego le ayudó a desarrollar su propio método de combate, el Jeet Kune Do, cuya filosofía sugería que el combate está siempre vivo y en constante cambio.
Con 18 años su padre decidió que volviera a Estados Unidos para reclamar la nacionalidad y alejarlo de la Tríada (mafia) china. Fue en el país de las oportunidades donde logró perfeccionar sus habilidades. Se instaló en Seattle y en 1961 empezó los estudios de filosofía en la universidad, especialmente atraído por el taoísmo. Tres años después abandonó la carrera para abrir su primer gimnasio y dedicarse en exclusiva a su entrenamiento personal y dar clases de kung Fu a todo aquel que quisiera aprender, eso sí siempre con la condición de que el corazón del cliente fuese “puro”. Muchos asiáticos pensaban que el hecho de que ofreciese clases a caucásicos era una práctica corrupta y Bruce recibió varias amenazas que no lograron amedrentarle. Es más, empezó a trabajar en una nueva técnica que iba a revolucionar las artes marciales: el golpe de una pulgada, nombrado así porque desde una pulgada, Lee podía proporcionar un tremendo golpe que podía derribar a sus oponentes. En este vídeo queda reflejado la destreza de Lee con esta técnica.
Inicios en Hollywood
Su fama como experto en artes marciales le entreabrió las puertas de Hollywood, aunque la meca del cine nunca se lo puso fácil por sus prejuicios raciales. En 1966 logró el papel de Kato en la serie de televisión El avispón verde, un superhéroe ataviado con traje verde y máscara que era un experto luchador. La serie le dio popularidad pero no pasó de la primera temporada. Sus trabajos en el cine se ceñían prácticamente a apariciones ocasionales en series y en alguna que otra película sin grandes pretensiones. No obstante, su mayor decepción vino cuando fue rechazado para el papel de protagonista en la serie Kung Fu, por ser “demasiado chino”. El elegido fue David Carradine, que se hizo célebre por su trabajo como “pequeño saltamontes”.
En aquella época Bruce ya estaba casado con Linda, una antigua alumna, y era padre de dos hijos pequeños, Brandon y Shannon. Con 27 años su futuro se presentaba incierto. No lograba abrirse camino como actor en Hollywood, su gran sueño, pero en cambio su faceta como entrenador y maestro de artes marciales era todo un éxito. Entre sus alumnos se encontraban personajes tan conocidos como Steve McQueen, James Coburn o Kareem Abdul Jabbar, con los que entabló una fuerte amistad.
En 1970, un día que estaba haciendo pesas, se lesionó un nervio de la espalda y no pudo entrenar durante seis meses. Frustrado, dedicó toda su energía a refinar su filosofía del Jeet kune Do (”camino del puño interceptor”) y empezó a escribir sobre todos los aspectos del combate de las artes marciales. Se recuperó a base de un esfuerzo que le llevó al límite de sus posibilidades. Así era Bruce, sumamente perfeccionista.
1971, el año del despegue
El año 1971 fue clave en la vida de Lee. Como la meca del cine parecía darle la espalda, optó por regresar a Hong Kong, donde fue recibido por multitud de fans. Raymond Chow, un conocido productor, le dio la oportunidad de firmar un contrato para protagonizar una serie de filmes con su compañía Golden Harvest. Karate a muerte en Bangkok (1971) y Furia Oriental (1972), en la que introdujo el nunchaku (arma formada por dos palos muy cortos unidos en sus extremos por una cuerda o cadena), batieron récords de taquilla. La gran habilidad de Bruce Lee ante las cámaras y sus espectaculares artes en la lucha comenzarían a cautivar a todos los públicos.
Gracias a estos éxitos gozó de prestigio e independencia. En su siguiente filme, El furor del dragón (1972), se encargó de la dirección y del guión, por eso es considerada como su película más personal. Llegado a este punto, Hollywood no podía permanecer indiferente al inesperado filón asiático y Warner le propuso un proyecto que supondría su lanzamiento a nivel mundial, Operación Dragón, considerada su obra cumbre. La película se rodó a comienzos de 1973 y convirtió al “pequeño dragón” en un verdadero fenómeno de masas. Por aquel entonces el actor estaba muy en forma y trabajaba realmente duro para perfeccionar sus habilidades.
El 10 de mayo de 1973, durante el montaje de Operación Dragón en un estudio de Hong Kong, Bruce Lee se mareó y se desmayó. De camino al hospital su estado se fue agravando. Los médicos desconocían la causa y, tras realizarle una batería de pruebas, se recuperó para regresar de nuevo al trabajo. Por aquel entonces estaba rodando Juego con la muerte, película que dejaría inacabada debido a su repentina muerte y que los productores estrenarían cinco años más tarde con algunos trucos de cámara que resultaron ridículos.
Muerte repentina a los 32 años
El 20 de julio de 1973 Bruce estaba en casa de la actriz taiwanesa Betty Ting Pei comentando el guión cuando, de repente, sintió un fuerte dolor de cabeza, por lo que Betty le dió un analgésico, concretamente “Equagesic”. Bruce decidió acostarse un rato a ver si le pasaba el malestar pero ya no despertó jamás. Su muerte dejó consternada a su familia y a sus miles de seguidores, que no podían entender cómo un hombre tan sano y fuerte podía haber fallecido de esa manera. La leyenda tomó mayores dimensiones cuando Ting-Pei negó categóricamente que Lee hubiera muerto en su casa, y la policía empezó a recibir extraños paquetes vacíos con la inscripción “Betty Ting sabe la causa de la muerte de Bruce Lee”.
La gente empezó a especular y corrían los rumores de que su muerte no había sido accidental. Algunos se preguntaban ¿lo habrán asesinado?, otros se decantaban por la idea de que se hubiera convertido en el objetivo vengativo de las bandas de Hong Kong o que había muerto por una maldición que le habían impuesto los maestros asiáticos de artes marciales, aún enfadados por haber revelado los secretos de la técnica a los occidentales. También se habló de una sobredosis de drogas. Finalmente, la autopsia reveló que la causa de su muerte fue un edema cerebral causado por una reacción alérgica a la pastilla que le dio la actriz.
La muerte “accidental” de Brandon Lee
La verdad es que pese a la versión oficial, son muchos los que opinan que algo raro hubo tras la muerte del artista. Un destino fatal que volvería a ensañarse con el apellido Lee veinte años más tarde. Su hijo Brandon, que practicó artes marciales desde que empezó a andar, se había hecho un nombre en la meca del cine tras participar en una serie de filmes modestos. Con 28 años iba a dar el salto al estrellato con el thriller sobrenatural El Cuervo, en el que interpretaba a un hombre que volvía de la muerte para vengarse. El 31 de marzo de 1993 moría en el rodaje por una bala calibre .44 que debía ser de fogueo. La versión oficial que ofreció la policía tras la investigación fue algo rocambolesca. Resulta que en el cañón de la pistola se había atascado una punta de una bala de verdad, utilizada para rodar primeros planos. Cuando se cargaron las de fogueo, una de ellas empujó la punta verdadera que fue la que atravesó el cuerpo de Lee. Nuevamente las teorías conspirativas salieron a flote.
Las extrañas circunstancias que rodearon su muerte alimentaron aún más el mito de la maldición. La verdad es que muchas son las similitudes entre las muertes de padre e hijo. En El Cuervo, el personaje de Brandon volvía de la muerte; en Juego con la muerte, Bruce Lee se hacía pasar por muerto.
Nueva película sobre Bruce Lee
Curiosamente, el mismo año de la muerte de Brandon, Hollywood rindió homenaje al maestro de las artes marciales con Dragón: La historia de Bruce Lee, película biográfica semi-ficticia. Desde entonces, la familia no ha cejado en su empeño de tirar adelante un proyecto que hiciera justicia al intérprete de origen chino. Así, a principios de este 2015, la hija de Bruce, Shannon, anunció la creación de un ‘biopic’ oficial sobre la vida de su padre que se centrará en los aspectos menos conocidos del artista, como su faceta de escritor y creador de su propio arte y filosofía.
A los 75 años de su nacimiento, el nombre de Bruce Lee brilla con más fuerza que nunca para millones de personas en todo el mundo. El ídolo aún tiene muchos clubs de fans y su filosofía de las artes marciales sigue atrayendo a devotos seguidores. Su increíble habilidad, su magnetismo y su faceta de maestro lo convirtieron en un referente y un mito para millones de niños...y no tan niños.