'Los descendientes' : Emoción, como en el tango
Crítica de cine
Una tragicomedia que se mueve con sorprendente naturalidad entre el melodrama devastador y la comedia absurda
Esta es la historia de un hombre desconcertado (George Clooney),un tipo de mediana edad cuya mujer está en coma, al borde de la muerte tras un accidente, y al que sus dos hijas, una de diez años y otra de diecisiete, se le rebelan, lo desafían y lo ignoran. Para acabar de completar el cuadro, su familia extensa, con primos y más primos que vienen de una larga dinastía que se remonta a los primeros pobladores (blancos) de Hawái –y que son algo así como la realeza de la isla, siempre en hawaianas y alpargatas–, primos, próximos y lejanos, lo apremian para que decida si venden o no, como familia, un pedazo del paraíso: un rincón virgen de los que no quedan. Pues nuestro hombre es el depositario de la tradición: quien tiene la firma definitiva. Estamos hablando de un hombre roto, un tipo por momentos grotesco y vulnerable, pero también de un grosor humano nada desdeñable. Como todo en esta película, en realidad. Un tipo cercano y digno: George Clooney, claro, capaz de llenarlo todo consu encanto. ¿Les he dicho que Clooney está ridículamente maravilloso como Matt King, el hombre del que hablamos? Sus problemas, los problemas de King, son los cabos sueltos conlos que Alexander Payne, el director, trenza una tragicomedia coral donde hay sitio para todos. Para las hijas, entre repelentes y encantadoras, así como para el novio de la hija mayor, un colgado que no sabes si es un bobo o un filósofo; incluso para el suegro, un tipo desagradable, seco, capaz de pegar un puñetazo al filósofo en cuestión, y al mismo tiempo, como todo en esta película, por otra parte, resultar decididamente entrañable...Los descendientes es una tragicomedia que se mueve con sorprendente naturalidad entre el melodrama devastador y la comedia absurda, y lo hace sin necesidad de decantarse por ninguno de ambos extremos, sorteando el peligro como si fueran los riscos de una costa peligrosa. ¿Lágrimas fáciles? Para nada.¿Vacuidad sentimental? Ni por asomo. ¿Trascendencia impostada? La que podemos encontrarnos, de golpe, en la muerte de un ser querido; en la preocupación por los hijos o, sin ir más lejos, en el simple hecho evidente de estar vivos. Momentos sublimes (pocos) seguidos del prosaico marasmo cotidiano. La historia avanza libre. Ese es el gran secreto de Payne como director: saber crear esa magnífica apariencia de libertad. También cuenta con un magistral sentido del momento y del lugar. Con ese Hawái hermoso y, sin embargo ,alejado de la postal, del que empieza mostrándonos sus humos, sus rincones sórdidos, sus ruidos,para deshacer el tópico. Pero donde poco a poco es capaz de encontrar la belleza de la naturaleza por encima del cemento que lo cubre todo. La naturaleza, sin estar presente, sin ser evidente, esesencial en este filme basado en una novela de Dekaui Hart, donde la naturaleza humana acecha a la otra, la salvaje... Al final, muy al final, Los descendientes le hace pensar a uno en El último tango… No; no se asusten: No hay mantequilla, ni coqueto pisito parisino ni MariaSchneider. Pero sí un hombreenamorado frente a su casquivana esposa, postrada en el lecho de muerte. Allí, en el Tango, era Marlon Brando; aquí es Clooney. El primero salvaje, rabioso, violento; el otro, nuestro Clooney, más fuerte, en realidad; más valiente, más próximo y más civilizado. Pero la intensidad emocional de ambos es muy semejante,como los sentimientos en juego:el reproche, la rabia, el perdón, la despedida, el adiós. El tango.
Ficha Técnica
Dirección: Alexander Payne
Intérpretes: George Clooney,Shailene Woodley, Beau Bridges, Robert Foster
Producción: EE.UU., 2011. Thedescendants.
Duración: 110 minutos. Tragicomedia.