El arte creado por la IA es odiado por muchas personas. Ahora un estudio demuestra que la gente lo prefiere al arte humano
Un experimento con 11.000 participantes revela que la mayoría no distingue entre obras humanas y artificiales cuando se muestran sin etiquetas
Las críticas al arte generado por inteligencia artificial son frecuentes, pero un nuevo estudio revela datos sorprendentes sobre cómo percibimos realmente estas creaciones. Según revela Futurism, cuando las personas no saben si una obra es humana o artificial, tienden a preferir las creaciones de la IA.
El experimento, realizado por el blog Astral Star Codex con 11.000 participantes, mostró que la gente falla un 40% de las veces al intentar distinguir entre arte humano y artificial. Lo más llamativo fue el resultado final: seis de las diez imágenes más valoradas eran de IA, incluyendo las dos favoritas.
Las obras de IA engañan hasta a sus mayores críticos
Este hallazgo llega en un momento de creciente presencia de la IA en nuestra vida diaria, donde incluso quienes dicen odiar el arte artificial acabaron prefiriéndolo cuando no sabían su origen. La prueba consistió en mostrar 50 imágenes sin información sobre su procedencia, incluyendo obras clásicas, impresionistas y arte digital contemporáneo.
Para hacer la prueba más interesante, se eligieron cuidadosamente imágenes de IA sin los fallos típicos, como manos mal dibujadas o textos sin sentido. Los creadores contaron con expertos en prompts, personas especializadas en conseguir los mejores resultados de estas herramientas.
Un detalle revelador es que algunas personas demostraron un talento especial para detectar el arte artificial: cinco participantes acertaron 49 de 50 imágenes. Una artista experimentada explicó que la clave está en los detalles: en el arte humano siguen una lógica, mientras que en el artificial son superficiales.
La expansión de la IA en diferentes campos creativos plantea preguntas interesantes. Como explicó una participante, es como sustituir la comida por batidos de proteínas: pueden ser nutritivos y sabrosos, pero llamarlos "el futuro de la alimentación" resulta exagerado.
La prueba también reveló que la preferencia por imágenes de IA podría deberse a que muchas imitaban el estilo impresionista, generalmente popular entre el público. Además, solo se mostraron las mejores creaciones artificiales, dejando fuera los intentos menos logrados.
Este experimento demuestra que, aunque la IA sigue expandiéndose, la línea entre creación humana y artificial se desdibuja cuando dejamos de lado los prejuicios y nos centramos solo en apreciar el resultado final.
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