Cuidado con el USB-C que utilizas, puede ser una puerta abierta a los hackers
El estándar de carga universal esconde riesgos potenciales por la capacidad de ocultar hardware malicioso en su interior, como revelan recientes investigaciones con escáneres industriales
La transición al USB-C como estándar universal de conexión promete simplificar nuestra vida digital al unificar la carga y transferencia de datos en un solo cable. Sin embargo, esta versatilidad tiene un lado oscuro que pocos usuarios conocen: la capacidad de estos cables para albergar circuitos maliciosos que podrían comprometer la seguridad de nuestros dispositivos.
Un análisis reciente realizado por Lumafield mediante escáneres industriales de rayos X ha revelado diferencias significativas entre distintos cables USB-C. La complejidad interna puede variar enormemente, desde diseños básicos como el cable Amazon Basics de 12 dólares hasta sofisticados modelos como el Thunderbolt de Apple, que intenta justificar su elevado precio de 179 euros por su elaborada construcción.
La amenaza oculta tras la simplicidad del USB-C
This looks like an ordinary USB-C connector, but when we CT scan it, we find something sinister inside…🧵 pic.twitter.com/Q1RfpnS0Sp
— Jon Bruner (@JonBruner) December 4, 2024
El caso más preocupante lo encontramos en el cable O.MG, un dispositivo creado para investigación en seguridad que demuestra cómo estos conectores pueden esconder hardware capaz de inyectar código malicioso, registrar pulsaciones de teclado y extraer datos personales. Lo más alarmante es que su diseño hace que este tipo de circuitería sea difícil de detectar incluso con métodos de inspección estándar.
Si bien el usuario medio no necesita preocuparse por explosivos en sus cables, como señala John Bruner de Lumafield, la amenaza de hardware malicioso es real. Aunque productos especializados como el cable O.MG o el EvilCrow Wind (que incorpora un potente chip con conectividad WiFi y Bluetooth) tienen precios prohibitivos que rondan los 200 dólares, la adopción masiva del USB-C podría hacer que versiones más económicas de este tipo de hardware malicioso lleguen al mercado.
Para protegerte, los expertos recomiendan utilizar únicamente cables USB-C certificados y evitar los puertos de carga públicos siempre que sea posible. También es importante conocer los distintos tipos de cables y conectores USB-C disponibles, ya que sus especificaciones pueden variar significativamente y no siempre están claramente indicadas en el empaquetado.
La simplicidad y comodidad del USB-C como estándar universal no debe hacernos bajar la guardia. La seguridad de nuestros dispositivos depende en gran medida de la calidad y procedencia de los cables que utilizamos, por lo que invertir en productos certificados de fabricantes confiables es una decisión inteligente para proteger nuestra información digital.
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