Análisis iRobot Roomba Combo 10 Max con base AutoWash: desde que la uso me he olvidado de limpiar
El iRobot Roomba Combo 10 Max se postula como un gran aliado para los que quieren tener la casa limpia sin mucho esfuerzo
El origen de los robots aspiradores es indisoluble de una de las marcas más míticas de la escena: iRobot, quien trajera los primeros robots eficientes al mercado y labrara el camino a seguir por el resto de marcas. De hecho, 'Roomba' es un sinónimo de robot aspiradora, aunque realmente sean los modelos concretos de esta marca, mucha gente los utiliza para referirse a los robots de limpieza en general. Hemos tenido la oportunidad de analizar uno de los modelos más potentes que ha sacado la marca recientemente, el iRobot Roomba Combo 10 Max con la base Autowash, y lo cierto es que ha dejado unas impresiones muy buenas durante el tiempo que lo hemos podido probar.
- Ficha técnica de características
- Dónde comprar la iRobot Roomba Combo 10 Max
- Una base de carga imponente
- Desde que tengo este robot de limpieza me he olvidado de limpiar el suelo
- Una aplicación MUY completa
- Conclusión
En ese sentido, vamos a ver cuáles son los pros y contras para generar una visíon general del producto y de qué es lo que nos tiene que aportar. Pero es mejor continuar leyendo si quieres tener una idea mucho más amplia de todo esto.
+ Pros
- Limpia muy bien y eficientemente
- Sistema de navegación muy bueno
- Mide muy bien las distancias
- Buen fregado
- Aplicación muy bien hecha
- La base AutoWash es una maravilla en sí misma
- Contras
- Diseño algo sucio
- El problema de los pelos largos sigue ahí, aunque en menor medida
- Algo incómodo para casas más pequeñas o abarrotadas
Para completar esto es turno de acceder a la típica tabla de características que nos dará una información interesante al respecto.
Ficha técnica de características
Característica | Detalle |
---|---|
Dimensiones y peso | Robot: 33.9 x 33.8 x 8.7 cm, 5 kg; Estación: 40.1 x 51.0 x 44.6 cm, 10.45 kg |
Limpieza | Aspirado y fregado |
Batería | 4.200 mAh fosfato de hierro-litio |
Capacidad | Depósito de agua: 3 L; Bolsa de vaciado: 2,5 L |
Estación de carga | AutoWash |
Accesorios de repuesto | 1 Filtro alta eficiencia, 1 Cepillo esquinas y bordes, 1 Bolsa eliminación suciedad, 1 Paño de limpieza de microfibra |
Control por app | iRobot Home |
Funciones | Detección inteligente suciedad, Visión de precisión obstáculos, Mopa abatible, Limpieza de mopa automática, Vaciado automático |
Dónde comprar la iRobot Roomba Combo 10 Max
Podemos encontrar el iRobot Roomba Combo 10 Max por 749 euros con su base Autowash en la página oficial de iRobot para obtenerlo directamente a la marca del fabricante. El precio de venta al público habitual es de 1.499,00 euros por lo que tiene una rebaja bastante significativa.
Además de eso, también está disponible por el mismo precio en Amazon, así que los usuarios del gigante minorista están de enhorabuena, ya que se encuentra con la misma rebaja.
Por otro lado, también está disponible en El Corte Inglés por el mismo precio, por lo que hacernos con él será bastante accesible al estar en tantos puntos de venta.
Una base de carga imponente
El iRobot Roomba Combo 10 Max mantiene la forma circular tan típica de los robots de limpieza, algo que no sorprende si consideramos los 33.9 x 33.8 x 8.7 cm de su estructura, dándole el estilo típico de cualquier otro robot de limpieza y, por lo tanto, no teniendo un estilo muy diferencial. Al fin y al cabo fue la propia iRobot la que puso de moda este formato, algo que no podemos olvidar. Este formato redondeado siempre ha sido una de las señas de identidad en la mayoría de modelos del mercado, lo que facilita su capacidad para moverse en distintos entornos y sortear esquinas con comodidad.
Su acabado en negro es muy sucio, al principio luce impecable al sacarlo de la caja, pero pronto se convierte en un imán para las huellas, el polvo y las partículas más finas. Aunque se intente limpiar con paños húmedos o se le haga un mantenimiento regular, resulta casi imposible que vuelva a quedar completamente libre de marcas. Pero es una concesión estética que hay que admitir, los robots sirven para limpiar, así que inevitablemente van a ser bastante sucios.
Más allá de este detalle negativo, su aspecto sigue resultando atractivo. La parte trasera esconde la mopa, que desciende a la zona inferior gracias a un brazo retráctil. Este módulo, al ser de un plástico más transparente, llama la atención en cuanto se levanta o baja, aportando un ligero toque visual que lo distingue de otros robots. Mientras tanto, en la sección frontal se pueden ver posicoiandos los sensores y una cámara que se encarga de darle una navegación más precisa, pero esto es algo que veremos con más detalle más adelante. Dichos sensores evalúan constantemente el entorno, lo que le permite definir trayectorias de limpieza sin tropezar continuamente con obstáculos. Si le damos la vuelta, en la parte baja encontraremos los depósitos —tanto para el agua como para la suciedad— y el cepillo rotatorio principal, que en este modelo es único en lugar de presentar dos cepillos como en otros modelos.
La base de autolavado AutoWash, por su parte, es realmente imponente en dimensiones. Con sus 40.1 x 51.0 x 44.6 cm y un peso de 10.45 kg, queda claro que no es la opción más adecuada para viviendas muy pequeñas o con espacios escasos. Sin embargo, esa robustez se justifica al incorporar, en un único bloque, el sistema de limpieza de la mopa y los depósitos de agua limpia y agua sucia, el contenedor para la bolsa de eliminación de residuos y la carga del robot. En cuanto a la bolsa de suciedad, es cierto que algunas marcas ya prescinden de ella, pero en algunos sistemas me sigue pareciendo la opción ideal. Básicamente, sus funciones son como una estación de mantenimiento completo en lugar de ser tan solo un punto de recarga. Este concepto de base integral se traduce en una experiencia más cómoda, ya que el robot es capaz de fregar y lavarse la mopa automáticamente sin necesidad de nuestra intervención, aunque a cambio reclamará un lugar destacado en cualquier rincón de la casa.
A diferencia de otras estaciones de limpieza, aquí todos los componentes permanecen tras una puerta de plástico negro que evita que se vea el interior. Esta puerta, además de dar cierta discreción, logra que la suciedad no sea lo primero que salte a la vista, algo que se agradece a nivel estético. Así, la base conserva un aspecto exterior más sobrio y limpio, combinando con la mayoría de estilos de decoración sin llamar demasiado la atención. No obstante, una vez se abre la puerta, queda al descubierto la tecnología que guarda en su interior y que nos va a hacer la vida mucho más fácil, desde los tanques de agua (uno para la limpia y otro para la sucia) hasta el compartimento donde se ubica la bolsa de recogida de residuos.
Desde que tengo este robot de limpieza me he olvidado de limpiar el suelo
La primera vez que puse a funcionar el iRobot Roomba Combo 10 Max, tuve la sensación de que su inteligencia de navegación no se limitaba a simples algoritmos, sino que realmente comprendía cómo desplazarse por las distintas habitaciones sin necesidad de mi supervisión constante. Esto me permitió olvidarme por completo del proceso de limpieza mientras estaba trabajando o incluso cuando salía de casa a hacer la compra o a tomar un café. Soy de esos que ejercen de detectives del robot de limpieza y suelen ir detrás de él todo el rato para ver si lo hacen bien. Con el iRobot Roomba Combo 10 Max me he olvidado de esto, y me parece uno de los detalles más a tener en cuenta.
Algo que me ha llamado la atención es la manera en que mide los espacios. En un par de ocasiones pensé que no iba a caber por alguna zona estrecha de mi salón, y, sin embargo, me demostró lo contrario. Simplemente, se aproximaba, hacía una pequeña maniobra y atravesaba el lugar sin problemas. Ese sistema de navegación avanzado confirma que no hace falta que yo esté pendiente ni que deje la casa impecable para que él cumpla su labor. Incluso si hubiera alfombras, el brazo retráctil que levanta la mopa mojada se encargaría de que no se mojen ni se ensucien. No es mi caso, porque no tengo alfombra, pero entiendo que el concepto está pensado justamente para eso.
Por supuesto, no todo es perfecto. El único inconveniente real que he encontrado es el tema de los pelos muy largos. Tengo el pelo relativamente largo, así que a veces encuentro mechones caídos por la casa. En la mayoría de los casos, el sistema antienredos cumple su cometido, pero no es infalible al cien por cien, por lo que cada cierto tiempo tengo que revisar los cepillos para retirar esos pelos que se han enredado. Aun así, el esfuerzo es mínimo en comparación con la comodidad que ofrece.
Su funcionamiento es excelente en general, pero se ve acrecentado por pequeños detalles todavía mejores: recibí una notificación en mi móvil desde la aplicación de iRobot. En ella, el robot me indicaba que había encontrado un área más complicada de limpiar, en este caso la zona del váter en el baño, y había invertido más tiempo asegurándose de que quedara libre de suciedad. Este tipo de detalles hacen que la experiencia se sienta más cercana y personalizada, como si el robot fuera capaz de “aprender” cuáles son los rincones que necesitan más atención.
Para completar la experiencia, resulta de lo más gratificante ver cómo, al terminar el ciclo de limpieza, el propio robot se vacía en la base y procede a un lavado automático de la mopa. Este aspecto redefine la idea de la limpieza autónoma, ya que uno puede pasar semanas sin preocuparse de más. En lugar de tener que vaciar manualmente depósitos o lavar la mopa tras cada uso, basta con rellenar y vaciar algunos contenedores de vez en cuando. Justo lo que le pido a la tecnología: que me libere de las tareas más mundanas para centrarme en otras más importantes.
Una aplicación MUY completa
La aplicación de iRobot Home me parece una herramienta muy intuitiva, capaz de ofrecer en todo momento la información que necesitas sobre el proceso de limpieza. Lo primero que te pide es elaborar un mapa de tu casa, tarea que el iRobot Roomba Combo 10 Max realiza de forma autónoma: va reconociendo cada rincón y, al terminar, asigna nombres a las habitaciones sin que siquiera tengas que intervenir en cualquier momento.
Más allá de esa facilidad inicial, la app funciona con fluidez y se mantiene estable en todo momento. Ofrece notificaciones claras, ya sea para avisarte de un depósito lleno, la falta de agua o incluso para indicar que el robot ha encontrado una zona especialmente sucia y la está limpiando con más esmero que el resto. Además, puedes programar rutas, delimitar áreas prohibidas o consultar un historial de limpiezas para comprobar en qué momentos ha trabajado el robot.
Aunque resulta muy práctica, sí he echado de menos un enfoque más didáctico durante la configuración inicial. Me habría gustado contar con pequeños tutoriales o guías que explicasen paso a paso qué se puede hacer con la app, ya que para algunos usuarios la curva de aprendizaje puede resultar algo confusa al principio, sobre todo a la hora de montar por ejemplo el rodillo que limpia la mopa y que en ningún lugar pone que sirva para eso. Aun así, se trata de una interfaz limpia y eficiente, que cumple a la perfección con su cometido de permitirte controlar y supervisar la limpieza sin complicaciones.
Conclusión
En conjunto, el iRobot Roomba Combo 10 Max consigue liberarnos de todas las tareas de limpieza de suelo diarias gracias a su barrido y fregado. Su potencia y capacidad para esquivar obstáculos permiten que se mueva como pez en el agua en su medio con solvencia incluso en situaciones complicadas, mientras que la aplicación facilita la gestión y planificación de cada sesión. Por supuesto, no es un producto perfecto: los pelos largos pueden enredarse en los cepillos, pero sus funciones avanzadas, como el brazo retráctil para la mopa, el autolavado o la navegación precisa, hacen que sea un robot muy completo, destinado a simplificar nuestra vida.
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