Google Pixel 9, análisis: el Pixel "sin apellido" también puede brillar en la gama alta

El Google Pixel 9 es el modelo más accesible de la nueva serie de smartphones presentada por la compañía el pasado 13 de agosto. Un año más, vuelve a posicionarse como la versión más atractiva de la familia, al ofrecer buena parte de las características de los modelos Pro, a un precio notablemente más bajo. Un precio que, eso sí, ha vuelto a aumentar con respecto al modelo del año pasado.

Este aumento de precio viene jusificado por el uso de una pantalla de mayor calidad, un procesador más potente, una construcción refinada con materiales más duraderos, y un apartado fotográfico más avanzado. Todo ello, acompañado de las nuevas funciones de IA que trae consigo la integración de Gemini.

Por todo ello, y a pesar de los 899 euros de su versión más básica, el Pixel 9 vuelve a ser el Pixel de nueva generación más recomendable para la mayoría de consumidores, y el modelo que, probablemente, liderará las listas de top ventas a lo largo de los próximos meses, sobre todo cuando comiencen a aparecer las primeras rebajas.

He podido probar el Google Pixel 9 a lo largo de los últimos días, y creo que es uno de los smartphones más redondos que la compañía ha creado hasta la fecha. En este análisis, voy a contarte los motivos.

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• Precio del Google Pixel 9 y dónde comprarlo
• Ficha técnica de características
• Diseño
• Pantalla
• Hardware y rendimiento
• Software y experiencia
• Batería y carga
• Cámaras
• Conclusión: ¿vale la pena el Google Pixel 9?

Precio del Google Pixel 9 y dónde comprarlo

El Google Pixel 9 está disponible en España a un precio que parte desde 899 euros (100 euros más que el Pixel 8 del año pasado, y el mismo precio que el Pixel 8 Pro) en su variante con 128 GB de almacenamiento interno y 12 GB de memoria RAM.

Se puede reservar desde el día 13 de agosto a través de Google Store, y más adelante, también estará disponible en otros canales de distribución autorizados.

Ficha técnica de características

Diseño

La parte trasera del Google Pixel 9, con acabado brillante y color blanco / Fotografía de Christian Collado

Todo ha cambiado en el diseño del Google Pixel 9 con respecto al modelo del año pasado. Lo sabíamos desde que Google comenzó a compartir las primeras imágenes sobre el teléfono a principios de año, pero no ha sido hasta el momento que hemos podido ponerle las manos encima cuando hemos sido conscientes de los grandes cambios que introduce este nuevo formato.

El Google Pixel 9 es, en mi opinión, el Pixel mejor construido hasta la fecha. He probado todos y cada uno de los modelos de la serie que Google ha lanzado en España hasta ahora, y si bien se ha podido apreciar un claro salto en la calidad de construcción y en los materiales utilizados a lo largo de las últimas generaciones, nunca antes un Pixel contaba con un diseño tan refinado y bien rematado como el que se puede encontrar en los modelos más caros de Samsung y Apple.

Este año, la compañía ha decidido adoptar la tendencia de los bordes rectos que Apple inició con sus iPhone 12 hace ya unos cuantos años. De esta forma, nos encontramos con un dispositivo con un chasis de aluminio liso con acabado mate que rodea todo su cuerpo, con una ligerísima curvatura en los extremos que unen el borde metálico con los paneles de vidrio Gorilla Glass Victus 2 que cubren la espalda y el frontal del dispositivo.

A lo largo del marco metálico es posible encontrar los botones físicos del dispositivo, una vez más, dispuestos en la que, en mi opinión, debería ser la posición estándar en cualquier smartphone: los botones de subir y bajar volumen, situados por debajo del botón de encendido/apagado, con un fácil acceso independientemente de la mano con la que se esté usando el teléfono.

En ese sentido, además, hay que decir que el Pixel 9 tiene un tamaño compacto de lo más agradable, siendo solo unos milímetros más alto que el iPhone 15 Pro, debido a que cuenta con una pantalla de mayor diagonal, que ronda las 6,3 pulgadas.

Su parte trasera está construida en vidrio con acabado brillante. Tal y como ya hizo el año pasado, Google ha vuelto a utilizar un panel de vidrio brillante en el modelo más económico de la familia, y uno con acabado mate en la versión "Pro". Afortunadamente, el modelo de color blanco que ha pasado por mis manos estos días es capaz de disimular bien la suciedad y las huellas.

Además de la desaparición de las curvas, el otro gran cambio llevado a cabo sobre el diseño del Google Pixel 9 tiene que ver con la Camera Bar, el rasgo estético más diferencial de la familia Pixel desde que se introdujo junto a los Google Pixel 6 en 2021, y que desde entonces ha sido el gran protagonista del diseño de los diferentes smartphones Pixel lanzados hasta ahora.

Pero, con los Pixel 9, la Camera Bar ha cambiado. En lugar de atravesar de un extremo a otro la parte trasera del dispositivo, el gran módulo de cámaras metálico deja unos pocos milímetros de margen a ambos lados, a la vez que adopta una forma de "cápsula" tumbada. Algo así como un Nest Doorbell puesto en horizontal.

A pesar del cambio, es indudable que el Pixel 9 sigue siendo un dispositivo reconocible cuando se ve a lo lejos. Además, este nuevo módulo sigue teniendo la ventaja de poder apoyar el dispositivo sobre una superficie plana y usarlo sin que "baile" al tocar la pantalla, como sí sucede en aquellos móviles que tienen un módulo ubicado en un lateral.

Dejando la estética a un lado, también hay que destacar que el Google Pixel 9 cuenta con resistencia al agua y al polvo, con un nivel de certificación IP68. Google también asegura que es el doble de resistente que el Pixel 8 gracias al uso de materiales de mayor calidad.

Pantalla

La pantalla del Google Pixel 9 (a la derecha), comparada con la del Pixel 9 Pro XL (a la izquierda) / Fotografía de Christian Collado

Más grande, más brillante y más resistente. Ese es el resumen de las novedades que llegan junto a la pantalla del Google Pixel 9. Sin embargo, hay mucho más que puede pasar desapercibido en un principio.

El panel tiene una diagonal de 6,3 pulgadas y emplea un panel "Actua" (así es como se refiere Google a las pantallas OLED ultra-brillantes que usa en sus últimas generaciones de smartphones) con una resolución Full HD+, rodeada de unos márgenes estrechos y con un tamaño completamente uniforme a lo largo de los cuatro costados.

Es una pantalla más brillante que la del modelo del año pasado, pudiendo alcanzar los 2700 nits de brillo máximo, o los 1800 nits en modo HDR. No son las cifras más abultadas que hemos visto en un smartphone hasta ahora, pero Google, junto a Apple y Samsung, vuelve a ser la marca que mejor experiencia ofrece en este sentido, al permitir usar la pantalla con el brillo al máximo durante varios minutos antes de reducir el nivel de brillo a un nivel no tan extremo ni demandante de energía.

Por lo demás, la pantalla tiene una excelente calidad en todos los sentidos. La nitidez es excelente, la representación de color es de las mejores del segmento y los ángulos de visión son inmejorables. No hay duda de que Google ha dado con la clave a la hora de elegir paneles para sus dispositivos de referencia.

Sin embargo, la mejor novedad presente en la pantalla del Pixel 9 es una que no se ve. Hablo, cómo no, del lector de huellas dactilares integrado en el panel, pues Google ha decidido, al fin, abandonar la tecnología óptica para apostar por un sensor ultrasónico, el mismo que se puede encontrar en los últimos modelos de la serie Galaxy S.

Ambos paneles tienen unos excelentes ángulos de visión / Fotografía de Christian Collado

El uso de un sensor ultrasónico implica que ya no depende de la luz para funcionar, sino que su funcionamiento se basa en ultrasonidos emitidos desde el sensor situado debajo de la pantalla, que rebotan sobre la huella dactilar del usuario para identificar si la huella leída coincide, o no con la registrada en el teléfono. Este proceso ocurre en cuestión de milisegundos.

Pasar de un Pixel con sensor de huellas óptico a un Pixel 9 con lector ultrasónico es una experiencia, cuanto menos, impactante. Si antes era necesario mantener el dedo con firmeza sobre el sensor durante un segundo, ahora basta con apoyar ligeramente el dedo sobre el área del sensor. Antes de que puedas levantarlo de la pantalla, el móvil ya se habrá desbloqueado.

El lector de huellas no es el único sistema biométrico que incluye el Pixel 9. Como el modelo del año pasado, este dispositivo cuenta con una cámara principal con enfoque automático por detección de fase, que habilita la posibilidad de desbloquear el móvil a través de reconocimiento facial.

Pese a usar una "simple" cámara de 10,5 megapíxeles para reconocer los rasgos faciales del usuario, este sistema biométrico es considerado de "Clase 3" en Android (la máxima seguridad, equivalente a un lector de huellas o a un sistema de reconocimiento facial con sensores ToF), lo que significa que es posible usar la cara para autenticarse en aplicaciones o verificar compras. Para conseguirlo, Google ha implementado una serie de algoritmos basados en machine learning que permiten identificar el rostro del usuario con precisión.

No obstante, la ausencia de sensores dedicados como en el caso de los iPhone con Face ID o algunos móviles de HUAWEI, impide utilizar este método de desbloqueo en entornos poco iluminados. Si estás a oscuras, tendrás que optar por el lector de huellas.

Hardware y rendimiento

El procesador Tensor G4 da vida al Pixel 9, así como a los Pixel 9 Pro y Pro XL / Fotografía de Christian Collado

Llega el momento de hablar del apartado más controvertido de todos los que forman el Google Pixel 9: su rendimiento. Por cuarto año consecutivo, Google vuelve a apostar por un procesador de desarrollo propio para dar vida a su familia de smartphones. En esta ocasión, le llega el turno a Tensor G4.

Estamos ante un chip construido en litografía de 4 nanómetros de Samsung, que según Google, ofrece mejoras de rendimiento de hasta el 20% con respecto a Tensor G3, y que además alcanza unas cotas de eficiencia que superan en un 20% al modelo del año anterior.

Si echamos un vistazo a sus cifras, lo más llamativo es el uso de una CPU formada por ocho núcleos, siendo el más destacable el que emplea una arquitectura ARM-Cortex X4 capaz de alcanzar 3,1 GHz de frecuencia de reloj. Así queda comparado con los anteriores modelos de la familia:

Un año más, volvemos a encontrarnos con un procesador que, sobre el papel, queda algo por detrás de sus principales rivales. Sobre todo de aquellos desarrollados por Apple y Qualcomm.

No obstante, Google ha dejado claro en más de una ocasión que su objetivo no es el de construir el smartphone más potente del mercado, sino el más inteligente. Para ello, la potencia bruta no es tan importante como las capacidades del chip a la hora de ejecutar modelos de inteligencia artificial on device de la manera más eficiente posible.

Para mejorar sus capacidades en este sentido, además, Google ha aumentado la memoria RAM a 12 GB con tecnología LPDDR5X. El almacenamiento interno sigue partiendo desde 128 GB, una cifra que, a estas alturas de 2024, se antoja algo escasa para un smartphone de casi 900 euros.

El nuevo procesador no es muy diferente del Exynos 2400 de Samsung que ya vimos en los Galaxy S24 a principios de año. Y su rendimiento, tampoco.

Su desempeño es el que se espera de un smartphone de esta categoría. Todo funciona con extrema fluidez y de manera rápida. No hemos tenido ningún problema a la hora de llevar a cabo tareas exigentes, desde edición de fotografías RAW en Adobe Lightroom, hasta la ejecución de algunos de los juegos más demandantes de recursos disponibles en la Play Store.

Pero, aunque el rendimiento es más que aceptable para la gran mayoría de los consumidores, seguimos sin estar ante un procesador digno de un flagship prémium, sobre todo en lo que a potencia gráfica y rendimiento sostenido se refiere. Esto no es un problema tan grave en este Pixel 9, pues llega al mercado para posicionarse en el segmento de la gama alta convencional. En el Pixel 9 Pro, me temo, la historia será algo distinta.

Su mayor inconveniente vuelve a ser la gestión de la temperatura. El Pixel 9 se calienta con facilidad cuando se somete a tareas exigentes, y la extrangulación térmica es notable al jugar o al enfrentar al procesador a tareas muy demandantes. Es fácil ver cómo el rendimiento decae en cuanto los grados aumentan. Ahora bien, en mi experiencia, la mejora con respecto a los Pixel 8 y 8 Pro es más que notable, y la situación no es tan dramática como algunos nos han hecho creer.

Este nuevo procesador también llega acompañado de un nuevo modem fabricado por Samsung, que introduce grandes mejoras, sobre todo en lo que a estabilidad de la conexión se refiere. Con mi anterior Pixel 8 Pro, sufría problemas de conexión que no he experimentado a lo largo de estos días con el Pixel 9.

Software y experiencia

La "experiencia Pixel" sigue sin tener rival en Android / Fotografía de Christian Collado

Muy pocas veces un smartphone de la serie Pixel había llegado al mercado con una versión "antigua" de Android. Con Android 15 a la vuelta de la esquina, los nuevos Google Pixel 9 aterrizan en el mercado con Android 14, la misma versión con la que llegaron los Pixel 8 y 8 Pro hace algo menos de un año.

Aunque puede resultar extraño, no debería sorprendernos: Google ya avisó sobre su intención da cambiar su estrategia en lo que al lanzamiento de nuevas versiones de Android se refiere. Aseguró que dejaría de seguir una planificación fija y, en su lugar, lanzaría nuevas versiones "solo cuando estuvieran realmente listas".

Pese a no contar con la nueva versión del sistema operativo, los Google Pixel 9 sí introducen nuevas funciones. Entre ellas, la integración de Gemini en el sistema operativo (con Gemini Live en caso de tener el smartphone configurado en idioma inglés de Estados Unidos), la nueva aplicación del tiempo, personalizable y con previsiones basadas en IA o las aplicaciones Pixel Studio y Screenshots, estas dos últimas, solo disponibles en inglés y en algunas regiones seleccionadas, entre las que no se encuentra España.

La primera, permite usar el modelo de IA integrado en el dispositivo para generar imágenes a partir de descripciones de texto, exportarlas e incluso añadir stickers u otros elementos.

Por su parte, la app Screenshots se encarga de organizar todas nuestras capturas de pantalla usando el poder de la IA, de modo que resulte más fácil realizar consultas y búsquedas sobre datos concretos.

Por lo demás, Android 14 en el Pixel 9 sigue siendo, en mi opinión, la versión más estable, consistente y con el lenguaje de diseño más coherente que se puede encontrar en Android. Poco a poco, además, va sumando funcionalidades de otras capas de personalización, haciendo de la experiencia Pixel una cada vez más madura.

Al margen de eso, hay que mencionar que el Pixel 9, como el resto de modelos de la marca lanzados en los últimos años, cuenta con siete años de actualizaciones asegurados, incluyendo actualizaciones del sistema operativo, actualizaciones de seguridad y actualizaciones "Pixel Drop" trimestrales.

Tampoco puedo olvidarme de otros dos aspectos que hacen que la experiencia con el Pixel 9 sea equivalente a la de un flagship de gama prémium. Por un lado, el motor háptico vuelve a ser el mejor que se pueda encontrar en un smartphone Android, equivalente al sistema Taptic Engine de los iPhone en cuanto a precisión y firmeza de la vibración. Google se aprovecha de ello a través de sutiles, pero agradables efectos de vibración repartidos por la interfaz de usuario.

Por otro lado, el sistema de sonido ha mejorado de manera notable con respecto al Pixel 8, y ahora es capaz de producir un sonido más contundente, equilibrado y nítido a través de su doble altavoz estéreo.

Batería y carga

Con 4700 mAh de capacidad de batería, la del Pixel 9 es la mayor batería que Google haya integrado hasta ahora en uno de sus smartphones de tamaño compacto. Es, además, la misma que también está presente en el Google Pixel 9 Pro, aunque en este caso se beneficia de una pantalla de menor resolución, que debería consumir menos energía.

La realidad es que la autonomía del Pixel 9 me ha sorprendido. Hasta ahora, ningún smartphone de la serie Pixel me había conquistado por su duración de batería. El Pixel 9 es capaz de superar la jornada de uso sin ningún tipo de problema, pudiendo alcanzar las 7 horas de pantalla encendida con un uso más bien intenso. Muy pocas veces un smartphone tan compacto me había otorgado estas cifras.

No tan buenas noticias tenemos en lo que a carga se refiere. El Pixel 9 admite una carga rápida de 27 W de potencia como máximo, que permite pasar de 0 a 55% en alrededor de 30 minutos. Para una carga completa, se necesita alrededor de una hora y diez minutos con el dispositivo conectado al cargador.

También se admite carga inalámbrica con una potencia máxima de 18 W. Desafortunadamente, el Pixel 9 no es compatible con el estándar Qi2.

Cámaras

El módulo de cámaras del Google Pixel 9, liderado por un nuevo sensor firmado por Samsung / Fotografía de Christian Collado

Sobre el papel, el sistema de cámaras del Pixel 9 es idéntico al del modelo del año pasado: dos cámaras a la espalda, una principal y una asociada a una lente ultra gran angular; y un único sensor delantero.

No obstante, Google ha llevado a cabo algunos cambios importantes en cuanto al tipo de sensores utilizados. Así, nos encontramos ante el siguiente repertorio:

• Cámara principal: Samsung ISOCELL GNK de 50 megapíxeles, ƒ/1.68, OIS, sensor de 1/1,31", campo de visión de 82 grados
• Cámara ultra gran angular: Sony IMX858 de 48 megapíxeles, ƒ/1,7 con soporte para zoom
• Cámara delantera: Samsung 3J1 10,5 megapíxeles Dual PD con autoenfoque, anchura de píxel de 1,22 μm, apertura ƒ/2,2, campo de visión de 95 grados

Como novedades más importantes, hay que destacar la inclusión del modo macro en la cámara ultra gran angular, así como el uso de un nuevo sensor que, según Google, es capaz de mejorar la sensibilidad a la luz en hasta un 110% con respecto al modelo del año pasado.

Por lo demás, poco ha cambiado con respecto a la cámara del Pixel 8. Sí que encontramos un par de funciones nuevas en la app de cámara, como "Inclúyeme", que permite hacer una foto grupal en la que puede aparecer incluso la persona que hace la foto. Las (tan olvidadas) fotos panorámicas también han mejorado, de modo que ahora se aprovechan de los últimos avances en el campo de la fotografía computacional, incluyendo la Visión Nocturna.

Pero, ¿cómo es la experiencia disparando fotos con un Pixel 9? Buena. Muy buena. La combinación de un nuevo conjunto de sensores con un procesado que sigue siendo refinado año a año, se traduce en unos resultados excelentes en prácticamente cualquier situación. Una vez más, Google consigue ofrecer una consistencia en los resultados que está al alcance de muy pocas firmas.

Todas las fotografáis capturadas con el Pixel 9 tienen un "look" muy característico, lo cual tiene sus pros y sus contras. El algoritmo de HDR de Google tiene más que dominados aspectos como el rango dinámico o la representación de los colores. De hecho, es de los mejores a la hora de interpretar los tonos de piel gracias a los avances de Google en este sentido con Real Tone.

También es bueno el nivel de detalle que se extrae de las escenas, y el ruido está bien controlado.

Es en situaciones más complejas cuando las costuras del procesado salen a relucir. Google sigue añadiendo una cantidad excesiva de nitidez artificial a las fotografías, causando un efecto de sobreprocesado que no siempre resulta agradable. Problema que desaparece por completo cuando se capturan fotos en formato RAW. Función que, afortunadamente, no es exclusiva del modelo "Pro" como sí lo son los ajustes avanzados de distancia de enfoque, velocidad de disparo o ISO.

La velocidad con la que se capturan las fotografías también ha mejorado, puede que gracias al extra de potencia que aporta el Tensor G4. Del mismo modo, el tiempo de procesado necesario para poder visualizar la captura final en la galería de imágenes también se ha acortado.

Aunque la cámara principal es la que ofrece los mejores resultados, incluso al hacer uso del zoom digital de dos aumentos, la cámara ultra gran angular de 48 megapíxeles nos ha sorprendido por la buena calidad de sus fotografías. El nivel de detalle es bueno, el rango dinámico más que aceptable, y Google consigue mantener a raya el ruido a menos que la escena sea especialmente compleja.

Un aspecto que necesita mejorar es el modo retrato. Aunque, por primera vez en la historia de los Pixel, ya es posible previsualizar el efecto de desenfoque de fondo antes de tomar la foto, el recorte del sujeto en primer plano no es tan preciso como en otros smartphones de precio similar. Es fácil encontrar artefactos o partes mal recortadas en los detalles más finos de la imagen, como el pelo o accesorios tales como gafas o gorras. Tampoco es el que mejor funciona con objetos o mascotas.

La grabación de vídeo sí ha dado un importante salto hacia adelante, puede que gracias a la inclusión de la doble exposición, una técnica que Google ya utilizaba en fotografía, y que ahora llega también a la grabación de vídeo para mejorar la calidad final de los clips. Los resultados son notables

Por su parte, la cámara delantera también ofrece unos buenos resultados. De nuevo, el look Pixel es el gran protagonista y las fotografías están repletas de detalle, con rasgos faciales bien definidos y sin rastro de un "modo belleza" oculto. La calidad, eso sí, no alcanza el nivel de la del nuevo sensor de 42 megapíxeles presente en los Pixel 9 Pro.

Galería de fotos y vídeos en alta resolución con Google Pixel 9

Conclusión: ¿vale la pena el Google Pixel 9?

Para la mayoría de consumidores, no vale la pena invertir los 200 euros extra que vale el Pixel 9 Pro con respecto al Pixel 9 / Fotografía de Christian Collado

Muy pocas veces termino un análisis con la sensación de no tener nada negativo que decir sobre un producto. Con el Pixel 9, he tenido esa percepción a lo largo de todo el período de prueba del dispositivo: no he encontrado ningún punto débil lo suficientemente grave como para destacarlo por encima de todo lo bueno que aporta este teléfono al mercado.

Por 899 euros, el Pixel 9 es el mejor smartphone disponible en la actualidad. O, al menos, el más eqilibrado y con menos debilidades. Es uno de esos productos que recomendaría con los ojos cerrados a cualquier tipo de consumidor. Desde el que busca un smartphone simple, fácil de utilizar y únicamente quiere que todo funcione como debe, hasta aquel que busca algo más y quiere exprimir al máximo las capacidades que Android puede ofrecer.

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