Tener 'resaca' te puede causar ansiedad, y este es el motivo
La “hangxiety” o ansiedad de resaca, causada por el rebote químico del cerebro tras beber alcohol, afecta a muchos y convierte la mañana siguiente en un desafío emocional
Tras una noche de fiesta, es común que la “hangxiety” o ansiedad de resaca haga acto de presencia: la cabeza da vueltas, el corazón se acelera y los recuerdos de la noche anterior no dejan de rondar. Este fenómeno, que afecta a alrededor del 22 % de los bebedores sociales, convierte incluso las tareas más simples en desafíos abrumadores.
Tal y como nos cuentan desde ScienceAlert, la “hangxiety” se produce por el efecto de rebote en los neurotransmisores del cerebro tras el consumo de alcohol. Aunque el alcohol relaja inicialmente al incrementar los niveles de GABA, el neurotransmisor de la calma, al bajar su efecto, el cerebro responde aumentando el glutamato, lo que provoca una mayor excitación y desencadena ansiedad en algunas personas.
Cómo y por qué surge la “hangxiety”
El alcohol afecta el equilibrio de sustancias químicas en el cerebro. Durante la ingesta, el aumento de GABA y la disminución de glutamato inducen una sensación de relajación y sociabilidad. Sin embargo, al desaparecer el efecto del alcohol, el cerebro intenta restaurar su balance incrementando el glutamato, lo cual puede llevar a una sobreexcitación que desemboca en ansiedad. Este fenómeno es más común en personas que ya lidian con ansiedad en su día a día, pues el estrés social o laboral que inicialmente las llevó a beber se intensifica al pasar los efectos del alcohol.
También hay factores genéticos que influyen en la “hangxiety”: algunas personas metabolizan el alcohol de manera que intensifica los efectos de resaca, exacerbando síntomas físicos que terminan desencadenando ansiedad. Este tipo de predisposición biológica recuerda a los avances recientes en dispositivos de salud, como unos calcetines que predicen episodios de ansiedad en personas con demencia.
Otro detonante frecuente de la “hangxiety” es la incomodidad con lo ocurrido la noche anterior: la memoria puede ser difusa, y el temor a haber actuado inapropiadamente genera un ciclo de preocupación y arrepentimiento difícil de romper. Esto recuerda la preocupación por el impacto de redes sociales en la salud mental, como la relación entre Instagram y la ansiedad.
La forma más efectiva de prevenir la ansiedad de resaca es limitar el consumo de alcohol. En Australia, país de origen del estudio sobre esta condición, recomiendan un máximo de diez bebidas estándar por semana y no más de cuatro en un solo día. Evitar mezclar alcohol con otras sustancias también reduce el riesgo de ansiedad.
Si la “hangxiety” ya ha llegado, algunos métodos pueden ayudar a reducirla: hidratarse, comer ligero y descansar son pasos fundamentales. La meditación, la respiración profunda y escribir un diario son herramientas que ayudan a centrar los pensamientos y reducir la rumiación. Además, hablar con alguien cercano puede proporcionar un alivio emocional, creando un espacio seguro para compartir inquietudes y combatir el aislamiento
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