Los niños gamers son más listos: jugar a videojuegos durante la infancia puede potenciar la inteligencia

Un estudio longitudinal con casi 10.000 niños demuestra que los videojuegos mejoran la capacidad cognitiva tras controlar factores genéticos y socioeconómicos

Los niños gamers son más listos: jugar a videojuegos durante la infancia puede potenciar la inteligencia
Publicado en Ciencia

Un revolucionario estudio dirigido por investigadores del Instituto Karolinska, publicado en Scientific Reports, ha seguido durante dos años a 9.855 niños estadounidenses de 9-10 años para analizar el impacto de las pantallas en su inteligencia. Los resultados desafían las creencias tradicionales sobre los efectos nocivos de los videojuegos en el desarrollo infantil.

La investigación, que controló por primera vez los factores genéticos mediante puntuaciones poligénicas (PGS) y el nivel socioeconómico, reveló que los niños que jugaban más videojuegos mostraron un incremento significativo en su inteligencia, equivalente a 2.55 puntos de CI. Sorprendentemente, ver videos también mostró beneficios cognitivos.

El poder transformador del gaming en el cerebro infantil

La revolución de los videojuegos está llegando a nuevos niveles. Como demuestra el desarrollo de Project Rainbow, una IA que facilita la creación de videojuegos, estas herramientas están cada vez más al alcance de todos. Este acceso democratizado podría ampliar los beneficios cognitivos descubiertos en el estudio.

El análisis reveló patrones fascinantes en el uso de pantallas. Los niños dedican un promedio de 2.5 horas diarias a ver videos, seguido por 1 hora de gaming. El gaming móvil domina el mercado estadounidense, lo que sugiere que estos beneficios cognitivos podrían ser aún más accesibles gracias a la ubicuidad de los dispositivos móviles.

Además, los videojuegos más artísticos destacan por su capacidad para estimular múltiples procesos cognitivos. El estudio midió cinco componentes específicos: vocabulario, atención selectiva, reconocimiento de lectura, aprendizaje verbal auditivo y procesamiento visoespacial, encontrando mejoras significativas en todas estas áreas.

Los investigadores encontraron diferencias significativas de género: los chicos juegan aproximadamente el doble que las chicas (1.32 horas frente a 0.68 horas diarias). Sin embargo, el beneficio cognitivo fue similar para ambos géneros, sugiriendo que la calidad de la interacción con los videojuegos es más importante que la cantidad de tiempo invertido.

El equipo del Instituto Karolinska también descubrió que tanto el nivel socioeconómico como la predisposición genética muestran asociaciones positivas con la inteligencia base a los 9-10 años. Sin embargo, estos factores no tuvieron un impacto significativo en el cambio de inteligencia durante los dos años de seguimiento, excepto en los niños, donde los factores genéticos mostraron un fuerte efecto positivo.

Más allá del gaming: el impacto del contenido digital

Los niños gamers son más listos: jugar a videojuegos durante la infancia puede potenciar la inteligencia

Niños viendo vídeos en una tablet

Los beneficios cognitivos documentados en el estudio encuentran respaldo en múltiples investigaciones previas. Los videojuegos representan un tipo único de actividad digital que desafía constantemente al cerebro, obligándolo a adaptarse y mejorar. Este hallazgo es especialmente relevante considerando que los juegos móviles están transformando los hábitos de consumo y haciendo el gaming más accesible que nunca.

La investigación también arrojó resultados inesperados sobre el consumo pasivo de contenido. Ver videos mostró un impacto positivo en la inteligencia, aunque este efecto fue menos robusto que el de los videojuegos y no se mantuvo significativo cuando se controló específicamente por la educación parental en lugar del estatus socioeconómico general.

Los investigadores proponen una explicación fascinante para estos hallazgos: el "efecto Flynn", que describe el aumento gradual en las puntuaciones de inteligencia a lo largo de décadas. La exposición temprana a tecnologías digitales complejas podría estar creando un ciclo de retroalimentación positiva, donde cada generación desarrolla nuevas habilidades cognitivas que luego se reflejan en tecnologías aún más sofisticadas.

Curiosamente, el estudio desmintió algunas teorías previas sobre el papel de la perseverancia en el desarrollo cognitivo. Los análisis mostraron que la falta de perseverancia no mediaba en los efectos del tiempo de pantalla sobre los cambios en la inteligencia, sugiriendo que los beneficios cognitivos son independientes de esta característica personal.

Los resultados de esta investigación tienen implicaciones significativas para padres y educadores. Aunque los efectos observados podrían parecer modestos, los investigadores enfatizan que incluso pequeños efectos pueden tener consecuencias críticas a largo plazo en el desarrollo cognitivo de los niños.

Este estudio marca un antes y un después en nuestra comprensión del impacto de las tecnologías digitales en el desarrollo infantil, sugiriendo que, con un uso apropiado, los videojuegos podrían convertirse en una herramienta valiosa para el desarrollo cognitivo de las nuevas generaciones.

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